He podido encontrar el hilo conductor de las preguntas que siempre llevo conmigo en realidad la posibilidad de dearle forma, para poder escribir este texto que se presenta en relación directa con el primero que publique, aquel llamado ¿Se puede empezar por el final?; al final ¿se puede empezar?, la estructura...
Le agrego explícita o implícitamente las ideas de sentido, recuerdo, olvido, experiencia, rupturas y continuidades; para complejizar, lo que quizás más me interesa: Las grandes preguntas. Espero que guste.
¿Te imaginas una vida huyendo de ningún lugar?
Bienvenido a la historia de los sentimientos, la razón, las rupturas y las continuidades.
Las ventajas de no sentir se diluyen cuando a pesar de todo fatalismo, las decepciones no dejan de ser decepciones. Algo queda en las cenizas del fuego de la vida; vida que termina, solo cuando termina.
¿Qué nos impide quedar en el vacío, en el gris, en la neutralidad total?
Mi falta de religión y mis dudas sobre la existencia de dios se contradicen con mis ganas de vivir…
¿Será que la vida es esa contradicción, que alimenta a su vez la utopía para poder no solo existir?
¿Será que el pasado no es solo efímeros momentos-islas, sin océanos, de una poderosa memoria cada vez más selectiva?
¿Será que no tengo armas para combatir la ironía de vivir una vida solo por vivirla?; ¿Qué acepto el realismo fatalista de una vida de por sí vivida, de por sí vacía, a la cual me rebelo con ángeles, hadas, sueños, fantasías y utopías?
¿Será que las grandes preguntas son una especie de tumor inextirpable, que trata de buscar y de tratar de encontrar una existencia menos insulsa y quizas más ilusa?
¿O que no está en mi, sino que soy yo el tumor, la enfermedad, el dedo en el culo de todo aquel que nunca se pregunta nada; y que ante mi, rechaza todo por “raro”, y con ello la posibilidad de llegar a una meta, cuyo recorrido nos brinde una oportunidad mas humana y mas justa?
¿Los oídos sordos, son el refugio de un ser lastimado, o son la daga de una inocencia suicida? ¿Que trata de escapar con la violencia de la realidad, realidad que perdurara a pesar de nosotros, pero que nosotros mismos reproducimos al ignorar, callar o negar?
¿Al final la entrega y la convicción pueden convertirnos de mártires a egoístas suicidas?
El poeta que explora las profundidades de la nada, del todo y de la pragmática ¿Es una ser sensible que vomita ideas, como un enfermo cuya propia existencia atenta contra su propia integridad de vida?; ¿O es, mas bien, un ser con un niño interno que propone todo como un juego, de palabras, como un medio para darle al mundo una propuesta de salida contradictoria, llena de imágenes, sabores, texturas y olores?
Y aquí, te vuelvo a preguntar:
¿Te imaginas una vida huyendo de ningún lugar?
¿Te imaginas una vida estática y en un solo lugar?
La clave esta en el movimiento, sabiendo y atendiendo esto recuerdo que: el escapar no implica una salida…
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