El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

martes, 30 de julio de 2013

Placebos. / Umiel - julio 2013

Imagen 1.


Flaquea la voz en el grito de la aurora,
Al tango se le acalambra el bandoneón,
Mientras el corazón se marea,
En esta milonga,
Que renguea y renguea.
Renguea en ron.
El vaso de vino se derramó,
Sobre la melancolía,
De la bragueta de este pantalón.
El vaso de vino se derramó,
Y no me queda ni una moneda,
Tendré que afrontar despabilado,
Este dolor,
Que aún resiste y pelea.

Espero que entre medio de la balacera,
El péndulo se duerma,
En los brazos de algún lado,
Y no quede flotando,
Suspendido en el medio,
De esta miseria.
Flotando,
Inanimado.

Explosiones,
Luego la paz vacía,
Circulo vicioso,
Que rueda y rueda.
Gira y vomita.
Placebos,
Encierros,
Impulsos, errores,
Una jaula en un cementerio,
Crece una rosa en invierno,
Esta noche.

Imagen 2.

domingo, 28 de julio de 2013

Colgado de la cuerda vocal del silencio. / Umiel - Julio 2013



Nada especial, nada vivo.
Mi vida ocurre,
Como ocurre todo,
En la realidad.

Otoño,
Frío invernal…

Hoy le pediré una tregua al tiempo,
Al pasado, al futuro,
Intrascendencia, un muro.
Callar al poeta,
Letras muertas.
Dejar de cantar en vano,
Para que la melodía se la lleve el viento,
Hoy le pediré una tregua al tiempo.
Tomaré la arena en la mano.

A pesar del encierro,
A pesar del difunto cuerpo,
Del corazón en destierro;
Mis canciones no son del viento,
Hoy le pediré una tregua al tiempo.

Aunque tarde…

Lo que tarda un caracol,
En ir de punta a punta,
Del caparazón de una tortuga.
Como el cáncer espeso contenido,
En los pulmones del humo espeso,
Como la ceniza en el ojo,
De la puntería de un tuerto.
La bala se pondrá a correr,
Y la manzana quedará librada,
A las leyes del azar.
Un océano azul y celeste,
Con su inmensa e impenetrable,
Profundidad.
Algo me sugiere que es oscuro,
Y que la presión va a apretar.
Quizás exista el cofre que contiene los sueños,
Al final del arcoíris de ultramar.

Es como el tiempo,
Colgado de la cuerda vocal del silencio.
Secándose a la luz,
De un misterio.
Una hoja marrón,
Partiéndose en mil partes más o menos.

Otoño,
Frío invernal…
Lo que tarda un caracol,
En ir de punta a punta,
Del caparazón de una tortuga.



jueves, 25 de julio de 2013

Tiempo vampiro. / Umiel - Julio 2013

Imagen 1.


El tiempo se me sienta al lado y me palmea la espalda, me da una que otra caricia y después se decide a abrazarme. Lo quito con resquemor  y sin mirarlo. Me has acosado sistemáticamente, le digo, en mis tiempos más solitarios, ¿acaso crees que puedes obtener algo de mí? Conoces muy bien el porqué, el cuándo, el cómo y el donde. No eres ni novato, ni ingenuo, ni estas desinformado. Has venido precisamente por ello, para introducir tu aire espeso en la respiración de las yagas. Tengo varias y eso te encanta, lo sé, no puedes evitarlo. Me odias eres sádico y no quieres más beneficios que tus propios agravios. Me has convertido en un juguete, un pequeño recuerdo que intentas llevar en el bolsillo. No pasará, así que vete o déjame sangrar, o simplemente asesíname sin más. A ti tiempo maldito que unió mil agravios y desastres, hoy te detengo, ya no te creo, ya no te daré poesías como si fueran la plegaria de un minuto que intenta superar tus límites tiránicos. Dejas que cada segundo, cada hora se pierda en la arena de un reloj quebrado, que arma un escenario símil espejismo de una playa, de una historia, que hasta hace poco era mía. ¿Qué me has dejado de todo aquello que hasta hace algunos años era mío? (Sabes muy bien que no es solo una cosa, sabes que destruiste estratégicamente las bases de una historia personal) Me has tirado en la cara la soledad y la adultez como un premio podrido, en una escalera angosta sin barandas, y sin atisbos de encontrar su término.  Te lo has robado todo, ¿Qué más quieres? ¿Qué es lo que buscas en mí, que ni yo veo?, ¿Crees que tengo más que mil problemas y un presente digno de destierro al olvido? ¿Qué más tengo que este cuarto nicotínico y estas decenas de cigarrillos?

Perdón olvidé que tienes hambre…

Me olvido, que sin voracidad, contigo, no se puede…


Di un poco de sangre, y el tiempo se marchó saciado. Ese vampiro de la mortalidad acariciándome los pies hasta en los sueños más ilusionados. ¿Cómo matar al tiempo?, quizás quemando todos los almanaques, destruyendo los relojes, tapando las arrugas, reprimiendo el pasado, aceptar el sin futuro, para detenerme en el presente y creerme no más que un individuo. ¿En todo este esfuerzo, quién se detiene a mirar las flores crecer en invierno? ¿Qué motivo llegaré a tener para continuar con intentar detenerle?. Maldito hijo de puta, tiempo sanguijuela no me has dado nada y vienes para quitarme días enteros en el gris silencio de mi sombra. Tuve algunas sonrisas, tuve hasta paz en el pecho, tuve hasta amnesia, tuve hasta fantásticos delirios. No los convertirás en una foto, ni en el polvo de aquél lugar donde un hombre se erguía orgulloso dentro de su ánimo. Ni me dejarás tajeado sobre los vidrios rotos de un anaquel de sueños congelados. No me harás el juguete con el que entretienes a tus hijos bastardos los domingos. No tiempo vampiro, hoy no te lo permito. Si no tienes una sorpresa para mí, será mejor que me dejes aquí. No sabes lo que es capaz de hacer quien no tiene nada que perder. Este que ves es un holograma, sabes muy bien como realmente es. Por eso vienes por sangre, por eso vienes y prometes volver. 

Imagen 2.

sábado, 20 de julio de 2013

Que bella que era Hiroyima. / Umiel - Julio 2013

Imagen 1.


Hoy debería no escribir,
Para no tentarme en hacer canciones,
Sin sentido de existir.

Hablar de los aromas,
De los laberintos que se disipan en el aire…

La sombra de un suspiro vacío,
Se pierde en la noche del conurbano bonaerense…

Hay cosas que nunca deberían ocurrir,
Sin embargo es lo que se aprecia en todos lados,
Algo está ocurriendo aquí,
Se camina entre escombros,
Hay cupidos ahorcados y colgados,
De la rama de un árbol,
Que alguna vez presenció un primer beso.

Se escuchan voces de silencio,
En este pequeño cuadrado,
Que a oscuras guarda en sus paredes,
La presencia de una ausencia.
Pero no hablo de fantasmas,
Ni le rezo a los santos,
Hablo de una emoción real,
Mundana, atea
Y mortal.
(Típico de la condición humana moderna actual)

No hablo de nubes,
Hablo de hechos,
De una infinidad de sentimientos,
Que se podían tocar con las manos,
Saborearlos con el néctar entre los dedos,
Lo podías oler a mil metros,
Los podíamos mirar hasta desfallecernos.
Podías quedarte allí dentro entero,
Dormido y caliente todo el invierno.
Tejían con los rayos de la mañana,
La seda suave de la frazada y la leña,
Y el despertador del canto de los pájaros.

Hablar de los aromas,
De los laberintos que se disipan en el aire…

La sombra de un suspiro vacío,
Se pierde en la noche del conurbano bonaerense…

La tautología queriendo borrar los vestigios,
De una historia material en la paradoja,
Hecha un pantano de barro,
Con la que amaneces pintado al despertar.
Esta mezcla cotidiana,
Entre una inundación en el suelo,
Y en el techo un incendio alardeando.
Otra vez la paradoja,
Que los opuestos se unan para ahogar.
La bolsa plástica del tiempo,
Aquellos días en que no se puede respirar.
Una sorpresa asoma desde un misterio,
Y hablo de esas sorpresas para mal.
El lento emerger de un iceberg,
Que apunta a justo en la mitad,
En un viaje transnacional.
Se huele, lo olfateo,
Hay olor a pólvora seca,
Y unos chispeos,
Que no tardarán en llegar.
Odio la sonrisa  hipócrita,
De la vida cuando,
Me ve aceptar lo que me da.
Ese cinismo opresivo,
En la mirada de total impunidad.

Hablar de los aromas,
De los laberintos que se disipan en el aire…

La sombra de un suspiro vacío,
Se pierde en la noche del conurbano bonaerense…

Grandes eran las torres gemelas,
Del titanic ni hablar,
Que bella que era Hiroyima,

El Enola Gay tan eficaz.

Imagen 2.

miércoles, 17 de julio de 2013

El último sonido del chasquido de tu beso. / Umiel - Julio 2013



Se holló la última campanada,
La última gota de rocío en el agua,
La música se suicida con el alba,
Y junto con él, el pájaro cantor.
El absurdo es la mejor cara,
Que la realidad me muestra hoy.
Mis estrofas quedarán mudas de tu lectura,
Y se callará la voz interna,
Que aún te habla de nuestro amor.
El último sonido fue un gemido de una pena,
Lluvia ácida sin paraguas,
El último sonido,
Fue a perderse al silencio y la nada.

El tiempo sin dudarlo te da la espalda,
Sequía emocional, ya no crecen esperanzas.
¿Para qué seguir mordiendo el gusano en la manzana?
¿Para qué encandilarse con el brillo de una mirada,
Que solo es una foto llena de polvo en la memoria?
¿Para qué sostener una historia,
Si lo único que tengo de ella es su ausencia?
Nada indica que algo valga la pena.
Me corto y me ato las venas,
Por una lucha sin convicción.
Y que por favor me corten la cabeza,
Si la revolución es amor.
Por favor ahora mismo,

Sin anestesia ni compasión.

¿? / Umiel - Julio 2013



¿Cuánto de amor hay en tu lamento, y cuánto de resignación?
¿Cuánto de costumbre egoísta, cuánto de anhelo y emoción?
¿Cuánto de mi hay en vos, y cuánto de ti tenes para mí?
¿Dónde termina el comienzo, donde comienza el fin?

¿De qué lado el corazón, querría quedarse si no se balanceara?
¿Qué promesas podrías pronunciar, con un ápice de certeza?
¿Qué pretendes obtener de esta situación sin pies ni cabeza?
¿Qué arriesgarías de esto, si durmiéramos juntos noches enteras?

¿Dónde te encuentras mientras que vas por ahí dando vueltas?
¿Dónde quisieras estar, cuando la novedad espuria te deja?
¿Dónde va latido del estado vegetativo cuando lo desconectan?

¿Dónde irás cuando veas que no te traga la tierra?

martes, 16 de julio de 2013

Armar un rompecabezas, A oscuras en el aire. / Umiel - Julio 2013

Imagen 1.


Aunque tenga,
Todas a perder.

Aunque su luz sería,
Un rapto de fe,
En el gris de las horas,
De melancolía;
Por primera vez,
Me puse la adultez,
De sombrero y salí al sol,
En medio del desierto.
Entre serpientes y cuervos,
Un calor sofocante,
Un cactus, sin agua,
Y los espejismos mentirosos.

Hoy no leeré el parafraseo,
Que se enrosca en el mareo,
De quién olvida lo que debe recordar,
Y recuerda lo que debe ser del olvido.
Vomitando indeciso,
En la cobardía de la distancia,
Sobre la línea fronteriza,
Entre la estupidez y la decisión tomada.
Todo se puede deshacer,
Pero con esperanza que la respalda.
No jugaré otra vez,
A armar un rompecabezas,
A oscuras en el aire.

A pesar de la desventaja,
De la soledad y la resaca,
Me escaparé de todos los dedos,
Brazos y besos,
Que te quieran consolar.
Los cuervos vestirán de seda,
En la noche en que te espera,
El individuo de la modernidad,
Sin promesas y con cerveza,
Sin corazón y con sal gruesa,
Y una circunstancial voracidad.

Ella sola junto a otra ropa,
Y él en los ánqueles de una historia,
Soplando polvo, fumando mil cigarros.
La presencia de la ausencia,
Sentada en esa silla,
Que la tortura y la hipnotiza.
Ruido de ducha en el baño,
Busca en su soledad sonrisas postizas.
El maldito sarro,
¿Dónde está la sonrisa postiza?
Arriba el ventilador de otro siglo,
Abajo la alegría marchita,
Paranoia a los costados,
Adentro el vacío infalible.
Los puntos cardinales,
No son más que la mira de un rifle.

Una causa misionera,
Un dogma de luz,
Cuando uno no es uno.
Cuando uno es un punto,
Perdido en su definición.
Un libro abierto sangrando,
Entre suspensivos, seguidos,
O el final, en el vértigo de un rulo.
Afirmación, negación de la negación,
Inyección de materialismo puro,
Los placeres superfluos,
Los placebos absurdos.

Hoy no leeré el parafraseo,
Que se enrosca en el mareo,
De quién olvida lo que debe recordar,
Y recuerda lo que debe ser del olvido.
Vomitando indeciso,
En la cobardía de la distancia,
Sobre la línea fronteriza,
Entre la estupidez y la decisión tomada.
Todo se puede deshacer,
Pero con esperanza que la respalda.
No jugaré otra vez,
A armar un rompecabezas,
A oscuras en el aire.

Esta valentía deja restos,
Escombros y muertos,
¿Pero a esta altura,
Que hace a la tragedia,
Una muerte más?
Si vamos demasiado lejos,
Cuanto más avancemos,
Más difícil será,
Que nos vayamos a buscar,
Y la casualidad y la suerte amor mío,
Ya me supo demostrar,
Que me odia y me aborrece,
Y sin ella,
No nos vamos a encontrar.
Entre la incertidumbre y el miedo,
Y todo aquello que no sabremos como perdonar.
Eh aquí el “X” del riego,
He aquí la causa y el efecto,
De intentar,
No volverte a extrañar.
Aunque fracaso en cada intento,
Por más de que sea pequeño,
Me grito sin parar:
Hoy no leeré el parafraseo,
Que se enrosca en el mareo,
De quién olvida lo que debe recordar,
Y recuerda lo que debe ser olvidado.
Vomitando indeciso,
En la cobardía de la distancia,
Sobre la línea fronteriza,
De la estupidez y la decisión tomada.

Si quieres un poco de dolor,
Te convido,
Si tienes una esperanza,
¿Qué haces,
Que no estás aquí conmigo?

(El lujo de tus pestañas, el girasol marrón en tu pupila, el movimiento mágico en el que bailan cuando brillan...                cuando brillaban…)
Perdón por la debilidad, perdón por la desazón. Pero este intento de estabilidad solo se rendirá a un corazón. Que tenga tantas ilusiones y sueños, como los que podría tener yo.
Me siento extraño y solo tengo la poesía para supurar la pena que me invadió.

Le hablo a mi dolor,
A mi irresponsable tristeza,
A mi absurda inocencia,
Y la tonta esperanza.
Le hablo a todo aquello,
Que día tras día,
Prácticamente me mata.

Querías un hombre seguro,
Ahora viajo solo,
Con una pluma en la mano,
Un corazón moribundo
Y destrozado,
Una molécula de esperanza,
Con mariposas muertas en la panza,
Unas ganas en muletas,
Un desafío obligado,
Una botellita de cianuro,
Humo congelado.

¿Qué me cuentas de mi musa?
¿Tienes un sentimiento de amor para refutarlo?
No tengo motivos ni apetito, solo tengo desgarros, sangre y lágrimas gritando, retumbando en las paredes de mi mente y mi cuarto. Graduado en ser un ente me resguardo luchando. Contra mí, contra ti, contra el futuro y el pasado.

Tengo sueños,
Pero no los sueño,
Los duermo,
Todo lo contrario…

Por el frío de invierno; que se despliega sobre los árboles pelados, amor y hojas, entre otras cosas,  que el otoño serial se ha llevado en su resecamiento general, y en su viento arremolinado. Tengo ilusiones pero las arranco desde raíz tomándolas del tallo. Tengo un tan inmenso y hermoso jardín, por lo menos he empezado. Encontraré poesías a las que tendré que sobrevivir, ella está lejos, secando su amor, y dándoselo al viento, a la cruel decisión.

Yo lloro en poesías,
Y en la ducha,
Bajo la lluvia de agua.
En silencio en la oscuridad,
Del cuarto,
Entre almohadas y frazadas.
En público cuando endeble,
Me conmuevo con actos,
Tiernos de la vida cotidiana.
Y lloro las lágrimas más tristes de todas,
Aquellas que no se lloran
Y evaporan en las miradas.

Y estas no necesitan para irse,
El pañuelo que me ofreces,
Estás solo pueden despedirse,
Con esas caricias,
Y esos besos,
Que alguna vez,
Nos hicieron felices…

El grito de emergencia que no debe callar:

Hoy no leeré el parafraseo,
Que se enrosca en el mareo,
De quién olvida lo que debe recordar,
Y recuerda lo que debe ser olvidado.
Vomitando indecisa,
La cobardía de la distancia,
Sobre la línea fronteriza,
Del renglón de eta poesía,
De la estupidez y la decisión tomada.


Imagen 2.

lunes, 15 de julio de 2013

Soy un tipo desfasado, Entre sus necesidades y la realidad. / Umiel - Julio 2013

Imagen 1.


Te extraño mi amor,
Y tendido en la cama,
A oscuras mañanas,
Me pregunto,
Como dejarte de amar.

Las fotos de nuestra gloria,
Me torturan los besos,
Que mis labios se guardaron,
De tu boca.

La lágrima desde el ojo,
Por la mejilla,
Hasta el alma.

Mujer te necesito,
En un abrazo,
Aquí conmigo,
Daría mi vida por un beso,
Por una noche,
Con los mimos de tu cuerpo,
Y con la capacidad aún de soñar.

No puedo olvidarte,
Y no quiero caridad,
Soy un tipo desfasado,
Entre sus necesidades y la realidad.
Te fuiste lejos, muy lejos,
Y no regresarás,
A besarme con ternura,
A prometerme una locura,
No, vida mía, no lo harás…

Entre caídas hasta el fondo,
E intentos de saltos,
 Mi cabeza se destruye,
Mientras observo inmóvil,
Por la ventana.

Ella se ha ido,
Y no volverá jamás,
A darte fe en este delirio,
Una esperanza en volver a amar.
Ella no vendrá,
Ella no,
Nunca más…

Te fuiste lejos, muy lejos,
Y no regresarás,
A prometerme una locura,
No, vida mía, no lo harás…
Ella no vendrá,
Ella no,
Nunca más…

Se acabó lo mejor de su amor,
No lo puede recuperar,
Se apago la más exquisita pasión,
Las pulsiones amorosas,
Fecundidad.
La mano que tomaría la tuya siempre,
La promesa de envejecer y amarnos cada vez más.
Desaparecieron los planes juntos,
Por eso ella no regresará jamás.

Te fuiste lejos, muy lejos,
Y no regresarás,
A prometerme una locura,
No, vida mía, no lo harás…
Ella no vendrá,
Ella no,
Nunca más…
Jamás volverá,
De nada sirve la angustia,
La melancolía y el anhelo,
Ningún recuerdo renacerá en un hecho,
No lo hará,
No vida mía,
Nunca más.

A oscuras mañanas,
Me pregunto,
Como dejarte de amar.

A la sombra de la soledad. / Umiel - Julio 2013

Imagen 1.


¿Quién hablaría de amor, 
Cando el esquema emocional se encuentra,
Tan conmocionado?
¿Un loco, un demente?
¿Alguien sin racionalidad, un alienado? 
(Quizás un enamorado)
Se trata de un joven león tendido
A los pies de un manzano.
Convive entre la fruta más jugosa,
Y los gusanos.
Con las moscas que lo persiguen,
Olfateándoles los pasos. 
Ese regimiento de anti patriotas,
Que quieren restaurar,
E imponer los sentimientos,
Que deben quedar en el pasado. 

Esperar ilusionado es un engaño, el heroísmo amoroso nos ha abandonado, la semilla se corta, en dos partes que se pierden en distintos lados, sumergidas en el laberinto de pasto. El jugo se secó en la fibra sin que nadie le haya dado un mordisco, ¿Quién habla de sed, cuando nadas en lágrimas de domingo? Aún recuerdo el crack que hizo al quebrar, el puente que nos unía en la plenitud emocional, perdóneme, repito: es domingo. Y a veces me olvido de parar. ¿Cómo logré guardar tanto sentimiento, en este cuerpo flaco, que se seca a la sombra de la soledad?.
Cuesta creer que la vida guarde un regalo sorpresa, entre tanto olor a pólvora, tantos muertos, con los ruidos de las bombas de los tiempos de guerra. La crueldad de la guerra civil interna, los suicidios aumentan tanto en ángeles y demonios, en plena oscuridad y a la luz de una linterna.
Persecución focalizada hacia la esperanza más íntima.
Otra vez escribo con sangre mi historia, con sangre que antes era mía. La alegría se hace un poco más chica, se reduce mientras la realidad se hace inmensa, la tristeza y la soledad te atormentan, aún sabiendo que te lastiman. Partes de mi se convirtieron en una mierda, y buscan hacerme infeliz en esta desidia.
Imagen 2.

No es tiempo de rosas,
No es tiempo de sol.
Despídete de la calma,
Es tiempo de armas;
La cuerda del violín se cortó. 

Maldito sonido dulce, como miel hecha de gemidos, suspiros y lágrimas. Pareciera que en la miel, conservan algo de  belleza  aquellos recuerdos, pareciera que existe algo dulce en esta pena. Quizás no se han dejado morir algunas abejas, ante la noticia de deceso de la reina. Hace mucho tiempo que no voy a la colmena, quizás en algún rincón encuentre la cabeza, que rodó en el filo de una espada, La ley de la mortalidad lo demanda, se prende la chispa del conflicto  y explota.
Aún estamos aquí con vida. En medio del caos producido por una mala maniobra de la suerte y la justicia. Y como ya es costumbre y normal, el accidente me deja el legado, de dificultarme salir a caminar. Pensé que no necesitaría piernas, cuando teníamos alas y salíamos a volar. Nel bebe y predica “que en un vuelo de esos ella volverá”, Montado en una tortuga me alejo mirando hacia atrás. Sin dulcinea, pero igual al Quijote, voy en busca de un territorio, para mi estado nacional; lleno de molinos y gigantes, de primaveras y otoños fascinantes, donde aún crecen flores en las miradas, y no hay locos al volante ni penas de sal.
Debo confesar que encuentro un misterio cautivante en tu mirada, Y que mi intuición me lleva a buscar la primera pista en tu boca. (¿Será el lujo de tus pestañas, y el movimiento delicioso y tierno de los ojos cuando brillan?) Emprendo la aventura de adentrarme en el laberinto de una pasión loca, atado a la cadencia de un tango borracho de whisky melancólico, la voz ronca de fumador crónico, el bandoneón estrujando una pena, que aúlla en la perfección de un canto de sirena, esa melodía que nos lleva a sumergirnos pensando que en fondo del océano hay estrellas.

Este acto de un tipo cualquiera que juega con el arte de las letras, las veo sueltas en la tierra, me derramo sobre ellas, poemas de barro bajo el vuelo de cometas. El intento de hacer algo bello, con el desastre y el horror, es dibujar en un escombro un corazón,  una máquina que transforme el humo en oxígeno, Como la miel que guarda un poco calor, en este invierno oscuro lleno de recuerdos y delirios. Lirios y delirios crecen en la tierra de las fosas.

Imagen 3.

domingo, 14 de julio de 2013

Antes de convencerme. / Umiel - Julio 2013



Debería apretar el botón,
Debería cortar la tanza,
Debería sacar de mi vida,
Todo aquello que aún me ata.

Le temo a las fotos,
Pero mi mente exige,
Una medida drástica.
Es hora de elegir,
Entre el misterio tortuoso,
Y  la más cruel nada.

No puedo conservarla en momentos,
Ni vivir pendiente de un reflejo,
Quizás por lo menos un tiempo,
Hasta que termine de morir aquí dentro.

No seré causa de culpa,
Si tú puedes sola,
Me quito el sombrero ante tu lucha,
Pero yo no quiero,
Seguir enamorado,
Esperando que se caiga la luna.

Realmente ya no creo que nada de todo esto sirva de algo.
¿Cómo buscar consuelo, en la causa misma,
Que en su efecto, te está lastimando?
Es hora para mí, de elegir, entre la nada y el misterio.
Y el misterio no guarda nada, que pudiera alegrarme,
Es más creo firmemente, que podría arruinarme.
Me despido de vos y de todo lo que dije hasta hoy,
Antes de convencerme.
Retiro mis promesas de amor,
Tal como lo hiciste vos, para no mentirme.

Guardamos el silencio en un cigarro mojado. / Umiel - Julio 2013

Imagen 1.


Nunca dejé de quererte,
Solo dejé de creer,
Y si ves que echo a correr,
Es para dejar de intentar,
Lustrar los sueños gastados,
Embalsamar un futuro dorado.
Para darle a la fatalidad,
El juego por ganado,
Y esperar,
Sin rezarle a ningún santo.
Soportar,
La cara inmunda del más cruel desengaño,
Soportar,
No ser más que meros extraños.
Bailar,
Sobre los escombros de un reino derrotado.

Reprimir una parte de mí,
Para no conformarse con algo,
Con los restos y algunos pedazos,
Del amor que te olvidaste aquí.
Todo esto está terminado,
Hace tiempo que no atina a existir.
Un reloj en cada mano,
El absurdo, una broma y el fin.

El luto compartido,
Es un invento innecesario,
De almas solitarias,
Enfermas por el agravio,
De perderlo todo,
Y no tener lo necesario,
Para olvidarse del mundo,
Y volver al anonimato.
Si ya fue decidido,
Que cada uno siga su camino,
Con la libertad y la soledad sangrando,
En las manos y los labios.
No quiero esperar,
Ver quién te limpia la sangre seca,
No quiero vivir,
Pendiente de una fantasía funesta.
Si la dignidad me destruye el presente y el pasado,
Es la única que piensa en mí,
Y que aún no me ha abandonado.

Aunque digan que la vida sigue,
Que pasen los días,
Es suficiente para mí.
Vino cierta fuerza interna,
Pero sin nada que hablar,
Y sin ganas de reír.

El tiempo no cura,
No rearma ningún peldaño,
Solo te avisa con gestos,
Cuando el olvido entierra el pasado.
Es una mera condición mortal,
De perder en una vida con los días contados.

Guardamos el silencio en un cigarro mojado,
Y nos miramos a los ojos para compartir,
La soledad de miradas en unos ojos,
Que llevan tatuada la marca de sufrir.
No pienses en el amor,
Ya no viene y no va a venir,
Y  hazte mecánico,
Porque no creo que se vaya a repetir,
Nunca más,
Ni con ella ni con nadie,
Debía decírtelo,
Para no ser irresponsable.
Y si la vida perdió el color,
Llama a algún pintor,
Y dentro de esa ficción,
Intenta seguir adelante.

Las palabras que no dice,
No buscan motivarte,
Solo tiene compasión,
Por un herido fulminante.
La distancia es la decisión,
De condenar a muerte,
Al sentimiento que un día nos unió,
Y nos hizo diferentes.

Ese yo no volverá a ser como yo,
Ella no volverá a mirarte con amor,
Más que un leve instante,
Cuando cerró el telón,
No pudiste aplaudir,
Ni levantarte.
No distingo la realidad de la ficción,
Soy un inocente insalvable.

Clávenme los clavos,
En las manos y los pies,
Y la lanza debajo del corazón,
Que he soportado está pasión,
Por un romanticismo inconsciente.
SI pierdo la ingenuidad,
¿Qué hago con el mundo y la realidad?,
Si soy demente,
Enciérrenme lejos de todos,
Y no dejen que me visite mi suerte.

Sabemos que sin pañuelo,
Y sin correr,
Dejará que se aleje,
Sobre el barco mis ojos tristes,
Con el todo lo que se podría hacer
Y todo el amor que le pudiera tener.

Imagen 2.

sábado, 13 de julio de 2013

Junto a la mariposa / Umiel - Julio 2013

Imagen 1.


Murió la mariposa,
Agitando las alas,
Hacia el sol.
Sus ojos,
Mientras se seca,
Conteniendo la pena,
Que obliga a la tragedia,
Y cierra el telón.

Ella agitaría el pañuelo,
Viendo tu partida,
Pero no correrá,
Ya no eres parte de su vida.

Solo déjenme aquí,
Entre ciclotimias en guerra civil,
Ahogándome en silencio,
En el agua y sal de tu verdad.
Que sucede,
De las lágrimas y el estertor,
Frágil gemido,
De una vida sin motivos,
De un mundo inventado,
Para escaparme de los dos.
En algún momento dejaré,
Que te vayas de las letras,
Pero estoy seguro,
Que será el último lugar,
Por el que mi amor,
Pasará a saludar,
Cuando ya no,
No se pueda quedar.

Déjenme en silencio,
Que gritar haría caso omiso,
A la tiranías de las obsesiones,
Que aquí ya no hay futuro,
Solo los hilos de las ilusiones,
Que cortados me enredan,
Y caigo una vez más,
Labios tajeados, moretones,
La opresión de la libertad,
Cuando no es realización bellísima,
De una elección llena de piedad,
Es el abandono solitario,
Trastabillo, y caigo una vez más.
Labios tajeados, moretones,
Un corazón destruido,
Días sin colores,
Y las canciones,
Que no te paran de llamar.
Y yo que me corto las manos,
Para no buscarte,
Me enredo la lengua,
Para no apelarte,
Me arranco los ojos,
Para no ver,
Que ya no puedo verte.
Te encierro en letras,
Para tratarte,
Te escondo en metáforas,
Para no dejar de hablarte.

Te guardo en recuerdos inútiles,
Y las poesías solo son,
Intentos fugaces,
De hacer belleza de un horror.
Porque me has enseñado,
Que la vida no es una canción.

Ella agitaría el pañuelo,
Viendo tu partida,
Pero no correrá,
Ya no eres parte de su vida.

Me dije en una asamblea de revelación,
Basta de mentirte sin precaución,
Que ella para encontrarse,
Debe perderse de vos,
Que entierra sus hilos,
Y no son semilla,
Si no, como lo es a la tumba,
Una flor.

En la lejanía te olvida,
Mi cruel desidia,
Con una facilidad,
Inaceptable para tu frustración.
Hombre, no le queda nada,
Si le queda algo,
Lo está matando,
O ya lo mató.
Hombre ya no queda nada,
Si todavía te habla,
Es porque teme por tu situación,
Mientras te engañas y te ilusionas,
Ella deja lo poco que le queda,
Secándose bajo el sol.
La mariposa conocía la historia,
Y sin dudarlo se inmoló…

Ella agitaría el pañuelo,
Viendo tu partida,
Pero no correrá,
Ya no eres parte de su vida.

Secándose bajo el sol…

Y en la sequedad más extrema,
Que de las hojas se apodera,
En el árbol de una vida que se derrumbó,
Con la ansiedad de capullos,
De la cosecha de los frutos,
Del vientre y el corazón.

Aquí y allí,
Este tedio sin razón,
Ya no vivo,
Ya no pienso,
En lo terrible de la aceptación,
De que todo está perdido,
Aunque haya mil veces venido,
A entregarle mi corazón.
Debo agradecer que respiro,
Y dejar los delirios,
De las heroicas historias de amor.

Toma una pluma,
Y agujerea el panal,
Que se derrame toda esperanza,
Y toda miel que no quiera resignar,
Es tiempo de desmantelar la resistencia,
Es hora de darse por vencido,
Tomar como trofeo quedar herido,
Con los recuerdos fríos,
Que no son más, que formas del dolor.

Un pétalo negro en una flor,
El último pétalo,
Si prestas atención,
Arrancada,
En mis manos,
Y sin olor.

La enferma margarita,
La espiral de baba,
De un caracol.

El veneno en la sangre,
Los restos de una relación.
Los hilos tendidos en el piso, rotos,
Luego de la función.
No fui más que una marioneta sin talento,
En el teatro del amor.
Tu representante me litiga,
Encima,
Algunos derechos de autor.

Mantente lejos niña,
Que quiero llegar a estar como vos,
Quiero ver morir las fantasías,
De una vida juntos,
Y controlar el dolor.
Quiero esa entereza,
De creer que ya no vale la pena,
El futuro, la mariposa,
Vos, yo y el sol…

Intentaré con esfuerzo,
No perder los sueños,
De creer que mañana es mejor.
Si alguna vez fui feliz viviendo una mentira,
Quizás es hora de mentirme yo.

Si no me verás muerto,
Como un árbol vacío y seco,
Erguido en tierra sin razón,
Quizás solo para que las aves,
Tengan donde cantar su canción.

Estaré allí en la melodía,
Estaré en el viento que corre,
Donde estés vos.
En tu piel divina,
En tu boca de ron,
En tu espalda y en la cima,
Del placer de un dios.
En tu tatuaje y en la vida,
Que alguna vez pudimos tener,
Los dos.

Ahora aléjate,
Que ya n quiero escribir,
Llorando mis desidias,
Y frustraciones de amor.
Las cosas nacen y mueren
De la misma forma,
Bajo el sol.

Si no quito la flecha,
Ya no podré escribir,
Teresina, su marido y su hijo,
Se reducen a cenizas,
Y a no podré escuchar esa canción.
Mis sentimientos están junto a la oruga florecida,
En la cruel mortal condición.

Dejar puertas abiertas,
Es igual que dejar abiertas las heridas,
Ella agitaría el pañuelo,
Viendo tu partida,
Pero no correrá,
Pues,
Ya no eres parte de su vida.
Un viaje y naufragio,
Un cadáver y el desengaño.
Sin promesas ni destino,
Me libro al azar,
Que ya me dejó en claro,
Que no es mi amigo.
La suerte me odia,
Y el presente me acosa,
Solo quiero volar,
O morir,
Junto a la mariposa…

Imagen 2.