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| Imagen 1 |
Creo que es hora de arrimarse a la
orilla,
Mirar un poco el agua,
Contemplar mí figura desfigurada,
Por el movimiento de las olas.
Así me veré cuando me sumerja,
Eso que ves, es tu destino desde ahora.
Las huellas se pierden bajo la espuma,
De la bruma,
De las olas.
Contemplar mí figura desfigurada,
Y la ropa quitar.
Seré náufrago en este mar Hedonista,
Que hace del amor una moda,
Y para colmo,
Lo llama libertad.
El individuo,
Que ya no puede sentir más que como
individuo,
La tiranía de la realidad…
Me siento solo a recitarle sentimientos
de amor,
Al viento sordo,
Y al sol indistinto.
Se presume por ahí como ideología,
Se presume por ahí la crueldad,
De aquellos que podríamos vivir felices,
En un sentimiento real.
Bienvenido de nuevo,
A esta gran farsa,
Bienvenido,
Al anonimato universal.
Pero no,
No puedes confiar en nadie,
Por eso úsalos y consérvalos cerca,
No le entregues el corazón,
Pero si tú entre pierna.
Aunque,
Si ya nadie mira las flores,
Se marchitará la primavera.
(Flores artificiales,
Medias naranjas secas)
Maldita primavera,
Flores secas,
Flores muertas,
Flores plásticas,
Hojas amontonadas,
Certezas de cotillón.
(Suena de fondo de esclavitud y de
cadenas… ♪♫ Si pensara menos con la cabeza, menos con el corazón y más con la
entre pierna, el triunfo del amor, en estos tiempos de pena y olvido, de vino y
la miseria, devolvieron a mi casa, la flecha arrojada, la palabra ya dicha, la
oportunidad despreciada, la vida pasada, que no volverá y es un hecho…♫♪)
Suena entre la canción un goteo,
No sé si son lágrimas,
No sé si es sangre,
O veneno.
No me interesa averiguarlo,
Y en el sonido me pierdo.
Me doy la mano con Enrique,
Y nos vamos al sitio de los olvidados.
De la mala memoria,
Del exilio y desarraigo.
De muebles húmedos,
Y llenos de polvo,
De fotos viejas,
Testimonios del colmo.
Me doy la vuelta y me voy lento,
Despacio y suave,
Porque lo que llevo dentro,
Es muy frágil,
Y podría romperlo.
El viaje de un amor,
Hacia la metamorfosis de un simple
recuerdo.
El cojeo de un soldado que lucho por
amor,
¿Para qué le sirve el sol?
¿Para qué le sirve un lo lamento?
(Y atisba a hacerse sentir. Pareciera que
manipula el viento. Merodea invisible desde afuera y desde adentro. De nada
sirve que tapes tus oídos, el grito omnipresente suena seco: ¿Qué me saciará el corazón y el
cuerpo? ¿Qué me saciará después de esto?)
Alrededor música bailable y miradas
ajenas,
Posibles hechos mediocres,
Y la gran pena.
Lo espurio y fútil,
Lo esporádico y circunstancial,
Alzan el trofeo,
Sobre un altar,
El nuevo dogma celebra,
Mientras debajo miran,
Los que aún no dejan de amar.
“Nada es natural, ni más humano,
Son formas de tratar de agarrar,
La mortalidad entre las manos.
Para hacer arte o ladrar.”
Van cantando ebrios Romeo y Adán.
El cojeo de un soldado que lucho por
amor,
¿Para qué le sirve el sol?
¿Para qué le sirve un lo siento?
¿De qué le sirve este poema?
¿En qué carajo ayuda este lamento?
La intrascendencia se impone como
obligatoria,
La relatividad vino a liberarnos,
Y terminó apoderándose de nuestras vías.
Dominando los límites de los sueños,
Las fronteras de los sentimientos.
Los alcances de las risas.
Si ya viviste, sufriste y amaste,
Mastúrbate mirando el mundo aquel.
Antes que afrontar a la pregunta:
¿Y ahora qué?...
(El género bobo, Nacho, Nachito querido… ♫♪alguien que nació, se puso a vivir, consiguió ser amado y amar, en la tierra y
morir… ♪♫)
Otro bobo más,
Sobre la orilla del mar…
Somos dos,
Quizás,
Seamos cientos.
El número no importa,
Al anonimato le sobran asientos…
Este sentimiento si,
Este no,
Este, solo por un momento,
No regales nada más que tu cuerpo,
Los placeres de alguna manera,
Callarán las angustias existenciales,
Si te cuesta,
Oblígate,
Si no quieres,
Créetelo.
Olvídate que en el amor,
El placer es más intenso.
Olvídate del sueño,
De una exclusividad en el destino,
Olvídate de sentirte completo,
Ya no eres autor de tu futuro,
La poesía calculó mal y murió,
Al rodar rota en el pavimento.
Olvídate de sentirte completo,
Si solo eres un número en un cuaderno.
O una imagen en un chat virtual.
Muere con el amor trascendental,
El romanticismo más ingenuo.
Nace junto a la muerte de la utopía
emocional,
El invierno y el anonimato eterno.
Quizás así sea la realidad,
Quizás por eso,
Nunca la quise asimilar,
Quizás por eso,
Nunca lo haré.
Quizás por eso,
Me lanzo desnudo,
Decidido,
A que naufragaré…
Quizás me equivoque,
Quizás,
Simplemente estoy enfermo,
Ayer cerró la última fábrica,
Que producía los remedios.
Bienvenido a la doctrina universal,
Del mundo de los placebos…
Solo déjenme sentarme aquí por algún tiempo,
Los usaré cuando el dolor sea muy
intenso…
Mientras tanto aún debo,
Escapar del ¿Y ahora qué?,
Abandonando la ilusión devenida en
infierno.
Aún no,
Aún no quiero,
Aún no,
Aún no puedo…
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| Imagen 2. |
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