Se holló la última
campanada,
La última gota de
rocío en el agua,
La música se suicida
con el alba,
Y junto con él, el
pájaro cantor.
El absurdo es la
mejor cara,
Que la realidad me
muestra hoy.
Mis estrofas quedarán
mudas de tu lectura,
Y se callará la voz
interna,
Que aún te habla de
nuestro amor.
El último sonido fue
un gemido de una pena,
Lluvia ácida sin
paraguas,
El último sonido,
Fue a perderse al silencio
y la nada.
El tiempo sin dudarlo
te da la espalda,
Sequía emocional, ya
no crecen esperanzas.
¿Para qué seguir mordiendo
el gusano en la manzana?
¿Para qué encandilarse
con el brillo de una mirada,
Que solo es una foto
llena de polvo en la memoria?
¿Para qué sostener
una historia,
Si lo único que tengo
de ella es su ausencia?
Nada indica que algo
valga la pena.
Me corto y me ato las
venas,
Por una lucha sin
convicción.
Y que por favor me
corten la cabeza,
Si la revolución es
amor.
Por favor ahora
mismo,
Sin anestesia ni compasión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario