Paré de sufrir
y con ello también
calmó el ímpetu de ser feliz.
No gané, ni perdí;
sin embargo,
Hay algo,
que no está bien.
Hoy dibujé un corazón porque sí,
como una libélula
que persigue la luz.
No sufro carencia,
tengo necesidad.
Mañana nos vemos
a las misma hora,
en aquél lugar.
Hoy dibujé la luz,
vestido de libélula.
Mi intensión de enloquecerte,
mi necesidad de servirte,
mi deseo de dominarte
un instante suficiente,
para dejar una huella
imborrable.
Hoy dibujé un corazón porque sí,
como una libélula
que persigue la luz.