El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

viernes, 27 de abril de 2012

El hombre que pide un requiem por si mismo en el funeral de Dios. / Umiel - Mayo 2012



Nos conocimos en la luna,
Casi de casualidad,
Brindamos por tus botas,
Y pedimos un trago más.
Nos deslizamos,
En la estela de un caracol,
Mientras Odiseo,
Cortejaba al sol.

Dalí nos quiso llevar,
A los dos a pintar,
Ciertos relojes,
Minados de inestabilidad…
Le dijimos la próxima puede ser,
Tenemos cita con Shakespeare,
A la diez en el paraíso
En el Atlántida Hotel…

Una isla flotando en el aire,
Como un candelabro,
Colgando de Plutón.
Bajan de a una las estrellas,
Cantando la Marsellesa,
Vestidas para la ocasión.

Bosteza la ansiedad,
Mientras desayuno formol.
Michel ya no bailaba,
Elvis bajo la voz.

Y la suave brisa,
Cruel tormento,
De un deseo,
Que aun no se dio.

De mi garganta,
Asomaba la verdad,
Pronuncié las palabras,
Queriéndome arrodillar.
Una sonrisa falsa,
Una  piel que empalideció,
Al oír que Ella,
Ella dijo que no.
El costo de vivir,
Al filo del calor.
Se derrite el David,
Y el piano de Beethoven desafinó...

Doy un paso al abismo
Al creer en la fe del error,
Y te pido de nuevo,
- Perdón, por favor repítelo…
Intento rehacerlo,
Agrego: no te escuche.
Me quiebra los dedos,
Y me destruyo en mis pies…

El David quedo desecho…
La Octava sinfonía es un bosquejo,
De un sordo que falló…
Por la simple torpeza,
De pisar la cáscara de un reloj.

Solo queda un río seco,
Un espejo, sin reflejo,
El vencedor
Se rasga los pies,
Al volver vencido entre vidrios de hiel.

Las manos de Donatello no paran de sangrar,
Y desde un piso diez,
Un piano se suicidó…
Son las neuronas, las deformes notas,
Corrompidas por el dolor…

Esa sangre está triste,
Y llena de sed,
Ese hombre esta herido,
En la cima de la torre de Babel.
Cruzó un monte de noche,
Envuelto en miel,
Mientras moscas gigantes,
Se disputan su piel…

El bebe y bebe y piensa que pudo ver al sol,
Miró a los ojos a Medusa,
Y convertido en piedra,
Fabricó mariposas con el corazón.
Vino el joven manos de tijera,
Y le abrió el vientre en dos,
Mientras Jack Sparrow penetraba a Marilyn Monroe.

Y un tipo así,
No se va a defender,
Pon una pistola en el vaso,
Que me muero de sed…
Se tiró a las aguas más solo,
Que Robinson Crusoe,
Asesinó a Wilson,
Que de más preguntó…
Y cada día recuerda,
Con una cruel fidelidad,
El momento en que ella,
Le dijo que no,
Cuando se destruyó,
Sobre sus pies,
Cansados y cortados…

Sobre los restos del desnudo aquel,
Las notas rotas de una canción que no fue,
Sobre un suelo de tierra comienza a llover,
El arte con sensación de vacío, ya no pudo mirar
Y hecho a correr…


Al rearmarse después del impacto,
Lo hizo mal, al parecer;
Le falta un ojo, cojea al caminar,
Y se olvida que se siente correr,
El dulce ya no sabe igual,
Solo el alcohol le sacia la sed,
Su pulso no deja de temblar,
Y su corazón nuca volvió a funcionar bien…

Porque la mitad se perdió,
Aquella vez,
Lo recuerda muy bien,
El día que ella dijo no,
El día que se destruyó
Completo en sus pies…

Requiem,
En el funeral de Dios...


martes, 24 de abril de 2012

Cuando te rasga la piel una pluma al caer. Y su sonido te aturde. / Umiel - Abril 2012



Cuando te rasga la piel,
El aire que mueve,
Una pluma al caer.

Parecido a cuando me duele,
El cuerpo,
Luego que me abraces.

Un ángel mecido en una nube
De papel de armar,
Y sin avisar la tempestad,
Arrimo al arpa haciéndola desafinar,
Y descubro que los momentos crueles
También aparecen sin avisar.

Cuando me olvido que el ímpetu posesivo,
No es mezquino ni esta mal,
Solo querías, luego del tequila,
Morder el limón una vez más.

Cuando se quiebran tus oídos,
Con el crujido,
De una hoja seca al romper.

Cuando del algodón,
Su tersura miel,
Me impacta al hacerme erizar.

Cuando me olvido que el ímpetu amoroso,
Es ternura y bondad,
Solo querías, luego del tequila,
Morder el limón una vez más.

Un marinero victima del mareo,
Vomita en su barco de cristal,
Y sin avisar el mal azar,
Pasa por un puerto y lo destina a naufragar,
Y descubro los que malos momentos,
Son culpa mía y en parte de los demás.


Cuando se quiebran tus oídos,
Con el crujido,
De una hoja que acabas de pisar.

Cuando te rasga la piel,
Las plumas del ángel aquel,
Que solo te vino a cuidar.

Y descubro que los momentos crueles
Aparecen, también, sin avisar.

Y solo querías, luego del tequila,
Morder el limón una vez más,
Y me embriague y en puro marear,
Vomité en su barco de cristal,

Y descubro que los momentos crueles,
Son culpa mía y en parte de los demás.

Solo hace falta, sabernos leer...
Solo hace falta, sabernos leer...
Solo hace falta, sabernos leer...


El poema que siempre quise escribir sobre nosotros dos. / Umiel - Abril 2012



¿Quién dibujo mi corazón,
En alguna hoja seca,
Que en un viento de otoño,
Se quebró?
Y dejaron,
A los pedazos esparcidos,
Atados a los caprichos,
De ese viento que se los llevó…

Y va bailando al ritmo azaroso del amor…

Y va quebrado por ahí,
Atado a la esperanza,
Que el tiempo lo agarrara,
Y lo haga llegar,
Hasta el sol de la primavera.

Solo queda resistir un poco de frío…

Esperanza,
Esa vieja costumbre,
De echar leña a la lumbre,
De creer poder llegar al sol,
Aunque sea en un dibujo,
En un papel,
Trazado por vos…

Me regalaste unos colores,
Y como dos niños con crayones,
Empezamos a hacer arte de dos,
Y con una belleza tan aguda,
Que no hubo duda alguna,
Que solos no,
Solos no,
Nunca podríamos hacerlo mejor…

Ya es agosto,
Y mi esperanza no murió,
Y ese rocío cristalino,
Ese prisma líquido del sol,
Me asegura,
Que la primavera se acerco…

Y cuentan que a un hombre fue,
Un pequeño gorrión,
Color miel y marrón,
Con su piquito,
Y de uno a la vez,
A los pedacitos,
Los unió…

Pero en el camino,
Conoció a otros pedacitos,
De otro corazón.
Y que si nos unimos,
Quizás lleguemos,
Juntos hasta el sol…

Como dos niños,
Que hacen arte de a dos…

Solo un poquito,
De inocencia para hallar el ánimo,
Que la vida nos dio,
En un descuido,
De la balanza del dolor.

Que se encuentra en demasía minada de montañas, precipicios y ríos…

Y al volar a prendimos a bailar,
Al caminar cantando delirios,
Y nadando en delfines de cristal…
Niños,
Seremos como dos niños,
Que se divierten,
Pintando de un bello amarillo,
Un dibujo del sol…
Y en el centro un corazón,
Con alas de gorrión,
Emprendiendo vuelo,
Hacia el sol…


lunes, 2 de abril de 2012

No busques amarte a través de mi. / Umiel - Abril 2012



No busques amarte a través de mí,
Disfruta de aquello que no esperabas para ti,
Pero no encierres en tus traumas,
Los orígenes de las condiciones,
Necesarias para los amores.

Me amas tanto,
Que solo quieres odiarme,
Te gusto tanto,
Que solo quieres matarme.
Y amor, aquí no hay una guerra,
Así que no hay derrota ni victoria,
Pero las vidas perdidas en cada batalla,
No volverán con la paz y con las rosas.

Eres la esposa,
Que quiere divorciarse en su noche de bodas.
Y disfrutas de las inestabilidades de tus emociones,
Con la sangre en la boca.
Si preciosa, ya he acabado;
Ahora, después del orgasmo,
Mátame…

Pero…
Te pido disculpas amor, pero aún no he logrado,
Aprender a dejarme vencer,
Solo recuerda que hay miradas,
Que solo se pueden ver una vez.

Disculpa amor,
Pero si te vas no voy a suicidarme,
Porque tengo un corazón,
Aunque no lo creas, muy, muy grande.
Pues no hay jaque mate si se trata de delirios,
Aunque llore mientras voy a decirlo:
Valgo más que cada una de tus desconsideraciones.

No me hace falta un corazón conflictivo,
Para tener emociones intensas,
Ni creo que el amor sea,
Solo besarse como se besan,
Los jóvenes excitados en la adolescencia.
Simplemente una mirada puede,
Dejarme totalmente enamorado,
Y un simple paranoiquismo,
Destruir los cimientos de todo lo logrado.
De todo esto,
De tanto…

Así que,
Si no sabes amarme,
No trates de amarte a través de mí,
Deja de lastimarme,
Vete,
O quiéreme así.



Como una rosa ansiosa, que se prende fuego... / Umiel - Abril 2012



Como una rosa ansiosa,
Que se prende fuego,
Y se lanza contra el filo de unas rocas.
Y en su caída unos cabellos se hacen seda,
Y sus pétalos mariposas.

Entre los cuervos que se suicidan en la mañana,
Esa flor no se mata,
Solo vive y muere de una forma apresurada.
En su caída su salpique se transforma en pez pájaro,
Que baila en su cuerpo de plumas y escamas.
Danza en el cosmos como una revelación en el oráculo,
Cuando emerge a respirar se convierte en hada.

A veces es la azúcar de sus traumas sabáticos,
Y es la lengua pervertida de los feriados
En la censura de sus deseos más esclavos.
Es un ángel entregado a la saliva del placer digno,
De una boca apasionada y mágica,
De un amor divino y mundano.

Es la existencia viva disfrutando de su vida,
Los bellos erizados en derretimiento,
De una manos con semillas.

Somos la combustión en letargo,
Somos la arena penetrada por el mar,
En sus túneles subterráneos.

Tú eres ese ser maravilloso,
Que nada en ese mar con sus alas,
Mientras las ballenas y delfines,
Cantan y saltan.
En el encuentro con sirenas,
Cuando los piratas beben y bailan.

Somos el placer hecho canción,
Y los orgasmos recordados,
Somos el éter en la composición,
Y la picardía de mirarnos mientras tarareamos.

Somos un lugarcito nuevo,
Un segundo de más en la frontera del tiempo y del espacio.
La diferencia crucial,
Entre la existencia viva y los objetos inanimados.
No somos una hoja flotando azarosamente en el viento,
Somos los creadores reales y fácticos,
De nuestro mundo idealizado.

Somos la vida que atenta contra la muerte,
Somos la vida de los que vivimos nadando,
Saltando,
Bebiendo y fumando,
Bailando,
Entre orgasmos.



Aún distintos a los esclavos y encadenados / Umiel - Abril 2012



Dicen que en el amor cuando ha terminado,
Uno habrá perdido,
Otro habrá ganado;
Y que de allí dependen las coordenadas,
A corto plazo.
Solo vengo a complicarlos un poco,
Cuando un amor estancado,
Se define en la continua contradicción,
De un final empatado.
Es cuando con el tiempo,
Ni el sol se da porfiado.
Cuando nos ve como un ladrón,
Que corre,
Luego de tomar al viento con sus manos,
Cuando la verdad se define luego,
Luego del espectáculo,
En los diálogos sin árbitros.

Nos someteremos a ser actualizados,
Y confundiremos el amor,
Con el recuerdo de los bien que fornicamos,
Y sabremos que el antifaz,
Es el placer manipulando.
Nos besaremos igual,
Sabiendo que nos equivocamos,
La intensidad dio,
Resultado empatado.
Entre la valentía de querer,
Y la culpa de lograrlo…
Preparemos el jurado,
Para hablar de aquello,
Que aún no hemos hablado;
Perdamos el juicio,
Por no temer a vivir,
Como unos condenados.

Luego de matar a mi abogado,
Me sentí alivianado,
Me encerré en mi neceser,
Con petróleo en las manos
Cerraste la puerta de rejas,
Y nos fuimos volando.
Prisioneros aún,
Somos distintos a los esclavos
Y encadenados.