Desinteligencia emocional, Ella y yo, Dos soledades. / Umiel - Julio 2013

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Todos se han vuelto locos en mi mundo,

Especialmente yo.

Ella es mi mundo,

Ella no quiere serlo,

Pero lo es de todos modos,

La amo hasta en formas nuevas,

La amo hasta en odiarla,

La amo con la espada,

Y con la pared a mis espaldas.

El amor luego de la catástrofe,

El amor ente los escombros,

Una versión adulta,

De un sueño imposible.

Ella es mi mundo,

Y  aunque no quiera,

Lo será de todos modos.

Y no me pondré ese chaleco,

Ni su careta,

Porque la amo con el cuerpo y el corazón,

Y no con mi cabeza.

Aquí solo hay un hombre,

Que se desarma ante una pena.

Porque si no lo he perdido todo,

Es porque aún guardo recuerdos de ella.

Arde, arde, arde, duele, quema,

Sangra, fractura, sangra, desgarra,

Desgarra, desgarra y quema,

Congela, empobrece, descolora,

Sangra, desmotiva, desgarra y duele.

Yo la amo ciegamente,

Y ella mira a los ojos a la esperanza,

Mientras se desangra.

Arde, duele, quema,

Desgarra, fractura, sangra,

Me mira, me destruye, me envenena,

Me trae una bandeja,

Con el desayuno y una pena.

Las palabras irracionales,

No fueron suficientes,

Para invertir la lógica inconsciente,

De hundirnos en los impares.

Solo uno y uno,

Grita la razón de los mortales,

Desinteligencia emocional,

Ella y yo,

Dos soledades.

Y no me pondré ese chaleco,

Ni su careta,

Porque la amo con el cuerpo y el corazón,

Y no con mi cabeza.

Aquí solo hay un hombre,

Que se desarma ante una pena.

Porque si no lo he perdido todo,

Es porque aún guardo recuerdos de ella.

  

Todos se han vuelto locos en mi mundo,

También yo.

Ella es mi mundo,

Aunque ella no quiera,

Sin fascismo ni anarquía,

Será mi mundo,

De todas maneras,

Si la amo,

Hasta en formas nuevas,

Si la amo,

Hasta en odiarla,

Si el odio es extrañarla,

De forma invertida,

Si la desolación me obliga,

A la nostalgia.

La plegaria de un amor suicida,

Que muere,

Hasta en formas nuevas,

Porque ella es mi mundo,

Aunque ella no lo quiera,

Porque tengo un corazón suicida,

Que la ama hasta en odiarla,

La ama con la espada,

Y con la pared a mis espaldas.

Los doctores hablan de un caso típico,

Murmuran sobre modelos obsesivos,

Si es tan común,

Debería haber como ella miles de mujeres,

Si fuera así díganme donde,

Que del resto me encargo yo.

Si no saben les pido que se alejen,

Quítenme la categoría y la etiqueta,

Que aquí solo hay un hombre,

Que se desarma ante una pena.

Porque si no lo he perdido todo,

Es porque aún guardo recuerdos de ella,

No podrán ocupar sus espacios vacíos,

Con clonasepan, ribotril o alguna otra mierda.

El día que la inteligencia,

Domine los sentimientos,

Conoceremos la demencia,

Como hoy  su institución,

La racionalidad y la técnica,

Quieren drogarme el corazón,

Porque no les da,

Ni para ser el placebo de esta tragedia.

El amor es un pedacito de utopía,

Y no me pondré ese chaleco,

Ni su careta,

Porque la amo con el cuerpo y el corazón,

Y no con mi cabeza.

Atar con alambre,

Tapar una angustia existencial,

Con cemento, piedras y medicación,

Abordar una crisis ontológica,

Con ajuste, austeridad y represión.

Pero ya se acabó el licor,

Ya fume toda nuestra flor.

Ya cerré mis ojos sin dormir,

Para soñar con vos y por mí,

Como si nada de esto,

Estuviera sucediendo,

Entierro y desentierro,

Los hijos que quisimos tener,

Cuando el amor,

Era utopía y deseo.

Ahora queda ponerse,

Con resignación,

Bajo el sol,

A secarse.

Y no me pondré ese chaleco,

Ni su careta,

Porque la amo con el cuerpo y el corazón,

Y no con mi cabeza.

Aquí solo hay un hombre,

Que se desarma ante una pena.

Porque si no lo he perdido todo,

Es porque aún guardo recuerdos de ella.

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