El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Nadar de noche en el Río Aqueronte / Umiel - NOV019.



La vida es un accidente fortuito, una consecuencia fáctica de la existencia material de las condiciones necesarias para su existencia y desenvolvimiento.
Y tal existencia de vida,
es un error imprevisto
hasta para los propios vivos.

Nuestro origen es la unión genital
de dos homínidos que jadean
y gozan.
Sienten placer y lo disfrutan,
satisfaciéndose mutuamente 
con violencia y voracidad.

Ambos somos el producto
irracional y fortuito
de hormonas y deseo.
De la necesidad 
e inercia.

Indago 
y caigo nuevamente 
al límite sutil
entre la curiosidad y el morbo.

Debe ser por eso
que nunca rezo
y permanezco oculto en mi sombra,
callado.
Como quien guarda lo que queda de su alma
en un sitio seguro
y secreto.

Allí aprendí que el silencio
es el lenguaje de la oscuridad
y no del vacío.

Descifrarlo,
quizás sea el precio
de no mirar y no quedar ciego,
de no distinguir si los ojos
se encuentran cerrados o abiertos.

también se me olvidó
como llorar,
y a su vez, de alguna forma
tengo conciencia de padecerlo.

Ergo
no quiero huir ni gritar,
tampoco anestesia.
Si la vida es ausencia de muerte,
en este caso hablamos
simplemente de subsistencia.
De incercia
e instinto.
De reflejos defensivos.
Refugios.

Podría ser de otro modo,
no obatante ambos nacimos
del vientre de un animal mamífero,
mientras sufre y defeca,
padece y se esfuerza,
bajo el efecto narcótico de sus propias hormonas.

Repito,
somos el producto
de un acto irracional y hedonista
de satisfacción y deseo;
de necesidad y consumo,
de placer y poder;
de negación a la muerte,
de inercia e instinto.

Mientras no hay dios ni eternidad, solo energía que se transforma y millones de millones de monos mortales y finitos en un planeta.