El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Una promesa en silencio y un secreto ardiendo. / Umiel - 13DIC017




Te hice una promesa al pensarte,
como si la reiteración venciera a la distancia de algún modo, 
y te interpelara al menos por unos minutos,
como tu belleza logra en ecos
persistir en mi memoria; 
al ser  vista, 
experimentada; 
desde lejos...

Y te imaginé...
Semivestida de negro con detalles rojos,
vendada,
y con decenas de ojos
abriéndose en la superficie de tu piel.
Lagrimeando entre tus gemidos y
mi ímpetu voraz, a veces dulce
y a veces cruel.
Acariciando la suave fricción del plumaje
en tu cuerpo erizado,
rellena de caramelo,
lamiéndote.

Amarradas tus muñecas entre sí,
detrás de tu espalda,
una estela que deja la cascada
de saliva que se desliza
de tus senos a tu cintura;
dos simios que gozan,
comparten fluidos
y sienten placer.
Se sacian y disfrutan,
pagano hedonismo y renacer.
Vino,
sangre hirviendo,
sudor
y sed.

...Voy saboreando el espejismo del beso que deseo darte y que aún no te dí...
Hablo de aquél beso que iría a buscar sin esperar que viniese;
Ese que te daría aunque tu novio nos viese.

La suficiente dosis de discreción al calor,
fecunda secretos y vicios dulces.
Y te hice una promesa para encubrir un deseo rebelde,
que te enciendas para mí como luz
y a la vez fuego,
tal como lo indica tu nombre,
tus ojos,
los labios rojos,
del rojo de anoche,
de ayer.

Así,
te traje en mi cabeza hasta mi noche,
hasta mi cama,
entre mis sábanas;
y aunque me desveles,
no voy a despedirte.
Y te alojo en mis fantasías,
ya no se sí como una promesa
o un mal hábito romántico.
Pero allí,
alimenté tu esperanza hasta que brilles
para poderte robar del corazón,
algunas virtudes,
mientras me sonríes
y me miras.
Te miro y me masturbo
mientras lentamente te vistes...
y confieso haberte traído a pasar la noche en mis sueños,
porque aquí puedo convencerte que no te vayas,
apoyarte sobre mi pecho y abrazarte la espalda.