El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

miércoles, 29 de febrero de 2012

Naftalina y polillas; colibríes apasionados, cadáveres flotando en tu saliva. / Umiel - Febrero 2012



De repente tu piel me huele a naftalina,
Los recovecos de tu cuerpo lleno de mis polillas,
Luego que la esperanza se inmole contra tus labios,
Cuando mi memoria se olvida que eres un lamento.
Una excepción de mi autocontrol, irracionalidad de sentimientos,
Y mi corazón se apuesta a la suerte de un amor ingrato,
Y se que la tranquilidad es distinta a la alegría,
Mi corazón fuerte disfruta de la agonía…

Pero es mejor que morir de nuevo en tu cuello,
Dejando todos mis sueños muertos,
En la fosa común de tu ombligo.
Naufrago en una sangre pervertida,
Veo los cadáveres de mis ilusiones
Flotando en tu saliva.

Vuelvo a pasar como el viento,
Sin dejar rastros,
Corrompido,
Como el agua sucia que cae de tu cuerpo,
Cuando te bañas luego de tus actos,
Algunos sin sentido,
Otros siendo a la vez,
Maravillosos y siniestros.

Y cuando la luz se apaga,
La noche queda totalmente oscura,
Porque esta noche estoy conmigo,
Yo y solo yo, conmigo mismo…
Y la oscuridad no aterroriza en si misma,
Lo que mata es en su presencia,
La falta de amor de soledades compartidas.

Pero es mejor que desfallecer de nuevo en tu cuello,
Dejando todos mis sueños muertos,
En la fosa común de tu ombligo.
Naufrago en una sangre pervertida,
Veo los cadáveres de mis ilusiones
Flotando en tu saliva.

Y estoy aquí, y lo estás tú también…
No es porque me rinda ante el miedo de una homicida,
Sino, que creo que es mucho más digno la decisión del suicida.
Que desaparecer en los confines de una Biblia,
Que ponerme de rodillas frente a una razón divina,
Cuerpos sudados, camas sin corazón,
Cenizas en los labios,
Las punzadas del vacío interno
Que ocupa mas espacio en mi realización.
Cortinas cerradas,
Anhelo de orgasmos sin erección,
Recuerdos de placeres mundanos,
Que no se piensan con la mente,
Y se sienten en el corazón.
Un letargo incipiente,
La indecisión ya llegó.
Un neceser que al filo de un piso siete,
Ante el horror de esta habitación,
Se balancea diciéndote:
Antes que tú me mates, prefiero matarme yo.

Y se tira al vacío,
De la misma forma en que se tiró,
Cuando enamorado,
Quiso volar ante el vértigo sensual,
Del acantilado del amor.
Y en su caer termina en el lomo de una polilla,
Una de aquellas que de tu cuerpo se escapó,
Hasta acostarse en la cera fría de unas velas,
Luego que el fuego ardió.
La sal, las lágrimas, la pena,
Tu ombligo, la sangre pervertida,
Las polillas, tus recovecos,
Mil cigarros apagados,
Las cenizas en los labios,
La cera rígida de un fuego que ardió.
Deslizarme en la cera,
Y encontrar la emoción,
Que el vértigo valió la pena,
El corroer de mi memoria,
El deslizamiento hacia la sensación,
Que el tobogán del olvido es de cera,
De un sentimiento que nunca existió.

Ahora vuelo en mariposas,
Es primavera,
Y más que un cazador,
Soy un colibrí apasionado,
Al que le late muy fuerte,
El corazón…

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