Enamorados / Umiel

¿Aún estás nerviosa mi amor?

Yo se que no puedo ofrecerte nada, ni se en que lugar hallarme y menos aún donde ubicarte a vos. Pero abrásame, y mira el techo de este cuarto triste y quizás imaginar ver el cielo estrellado, hará que queramos estar juntos ¿Ves ese camino de estrellas bonita, o solo lo veo yo? (Pregunto en una actitud retórica a mi mismo).

Abrázame y ríe, mírame enamorada a los ojos. Sí, así es lo que te pido, ayúdame a perderme contigo debajo de las sábanas. Ayúdame...

Ambos conocemos el camino de regreso, pero juguemos a ser niños, juguemos a no ser todo lo que somos a la mañana siguiente, con la llegada de la luz matutina.

Busquemos el sol en la noche, solo por buscarlo aunque no aparezca, sabemos que ante el imposible tenemos nuestros abrazos.

¿Todavía me quieres mi amor?

Ya ha pasado nuestro rato, al día siguiente te miro antes que despiertes y me siento raro. ¿Aún no despiertas amor? Quizás en un rato, cuando el sol irradie las crueles luces del día de rutina.

Pero no me enfado al no comprender mi risa, el buen humor se sintetiza en un día tras día de tranquilidad. Me sueles desestabilizar, justo lo que necesitaba. Creo que estoy…

No toques aún bebé, solo bésame un rato más…

Quiero mirarte entera, enciende la luz por favor, creo que nos da pena y nos divierte la vergüenza. Primero sácatelo tú, mejor tú, de ti fue la idea… bésame y quitémonos la ropa juntos, mirémonos solo un poco y sonriendo toquémonos el corazón. Ahora sí mi amor, tócame un poco. Ahora sí mi amor, solo quiero sentirte.

¿Aún estás aquí desnuda mi amor?

Creo que mis sábanas bailan solas, creo que llego la hora de besarnos por besar, para demostrarnos que solo con besos, la fuerza que nos surge puede expresarse solo con besos por besar.

¿Sientes que has recuperado la pasión mi amor? ¿Sientes que ya no eres tú, y a la vez no has dejado de ser tu yo?

¡Que gusto oírlo! Creí que nunca querría volver a decirlo… quiero que no te vayas de aquí, bésame, mírame como venías haciéndolo mujer dulzura.

¿Has empezado a estar nervioso mi amor? (Me preguntas)

Sí señorita de mi vida, ¡SI! Le grito al sol. ¡Por fin he vuelto a temblar frente a una mirada! A un beso, tan solo una presencia, un gesto… Ahora espero el sol para que traiga con su luz una nueva mañana en la que amaneces al lado mío. Sí preciosa niña, mi vida ya no se centra en mi propio yo, ¡ya no soy dependiente de mis caprichos!

Te escucho amor… dime por favor que quieres que hagamos hoy…

Pareces rara bebé, ¿Has tomado alguna decisión?

Solo quiero que me mires y que el brillo de tus ojos me muestre, que no solo es mía esta ilusión… (Me dice tomándome, tiernamente de la cara).

Me miras, me besas y te ríes; he caído de nuevo; en realidad me he tirado yo, al fondo del mar para buscar ese anzuelo y caer de nuevo en la trampa. (Me gustan los problemas, no hay otra explicación; y me encanta)

¿Te dije que te quiero mi amor?

Sí muchas veces precioso, tantas como caricias –me contestó.

¿Te conté que he descubierto una danza que bailan nuestras sábanas mientras dormimos abrazados tú y yo?

No, no me has dicho, ¿Qué más amor?

Sumergido en esta, nuestra cama, descubrí que los aromas me delatan amor, ¿sabes? Tu voz ya no la pude olvidar desde nuestra primera cita, tu piel es el verdadero desierto donde volvía querer perderme; todo para crear este espejismo que hoy encontramos los dos. Pero mi vida, tu aroma y aquel que generamos juntos, provoca que solo pueda concebir el amor, con ese aroma, tan apasionado; latiendo en la sangre muy dentro del corazón. Preciosa, bebé; el aroma es aroma enamorado y solo puedo concebir ese aroma, como el aroma del amor. El amor es solo tuyo, el amor somos tú y yo. Somos el humo del incienso que se funde, el incienso del amor.

Y nos preguntamos simultáneamente:

¿Sabes que te amo mi amor?

-Se cierra el telón y se abre una ilusión-