Tengo un sueño,
Aprender a vivir la vida…
La cuestión del agua y la comida, la existencia de la urgencia de aquellos donde la vida se reduce a la lucha de la sobrevivencia. Me demuestra lo efímero de la dicotomía teórica entre conciencia e inconciencia. ¿Qué hubieras hecho tú en su lugar?; ¿Tu que vives, en que lugar te encuentras?
Una rosa con buena voluntad, termina menospreciando, al ver que las algas de mar, crean dignidad, de ser tal como las hizo el mar. La cuestión es poder existir ante una adversidad indigna.
Propongo entender la coherencia entre la belleza de la rosa y la crueldad de sus espinas. (Realismo y fantasía)
Te propongo un envase vacío, una vida… averigüemos como hacemos para vivirla.
Una gota de sal cae sobre una plataforma de vidrio, quedando en el centro rodeada por arena esparcida en forma de espiral. Si me quedo mirando apreciaré toda clase de imposibilidad, solo al darle forma con mis manos, experimento la belleza de acertar y errar.
Estoy despierto,
Y tengo un sueño en la vida,
Y este es, aprender a vivirla.
A veces sueño que “nos encontramos en aquella esquina. Tú te acercas y me tomas de la mano, tal como lo hacíamos hace algunos años”; eso es todo, no hay una trama magnífica, solo la sublime simpleza de un bonito día.
¿Rutina?
Tengo un sueño en la vida,
Y despierto te prometo,
Averiguar como hacemos para vivirla.
El ruido de un celular y un despertador, acompaña un grito: ¡Despertate!, es lunes, hay que ir a trabajar…
A veces no creo que sea mi culpa ir tan profundo sin medir las consecuencias. Al fin y al cabo, la vida no es movimiento o tiene forma de espiral…
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