Otoño-letras asesinan pesares; invierno-poesías estancadas; primavera-muerte de musas en los límites de la inspiración… / Umiel – Noria Puentedela Julio - 2011

La poesía en movimiento...

Combustible de polen transportado en los bellos suaves de abejas, todas reinas; energía semiótica en átomos concentrados del amor, que al estallar no destruye, sino crea; y no por causa de un error. Cuerpo y estructura de agua cristalina centrífuga estable, engranaje de plumas verdes en diferentes tonalidades, erizando tu tacto en piel de gallina; sensaciones y recuerdos dentro de una almohada. Multiplicando colores increíbles, desconocidos e indivisibles. Maquinita biológica universal y eterna, productora de arco iris y fantasías, de musas y poesías, de esculturas y canciones; de pinturas y el punto de encuentro de las emociones... institución del Éter, hermana de las estrellas, asteroides y cometas... de núcleo de luz inmensa, casi eterna... equinoccio de neceseres, contra-ley de gravedad; impulsora de duendes e ilusiones...

impulsora de momentos mágicos, noche y día comparten una misma estampa, pinceladas de colores azules amarillos, naranjas rosas, turquesa, rojo... quién explica los ocasos?

¿Donde proviene la cadencia y la melodía del canto de los pájaros? ¿Donde ancla la paz en las plumas blancas de la paloma blanca? ¿En que parte de la forma de un símbolo radica la identificación? ¿De donde construye pertenecia? ¿Porque me puedo encerrar en los límites de lo que no se ve y no se toca? ¿Cual es la frontera entre la fe, la creencia y la psicosis? ¿Por qué esa maquinita mágica nos hace sentir en vuelo como un ave, aunque como humanos nunca, por nosotros mismos, podremos volar? ¿Por qué el desayuno es más delicioso cuando me lo traes a la cama? ¿Por qué disfruto al ver que lo disfrutas cuando soy yo quien te lo prepara? ¿Por qué siento que tengo algo que ver con vos y vos conmigo cuando leemos metáforas? ¿Por qué me gusta, que te guste, que me guste? ¿Por qué, me encanta que te encante saber que te encanta que me encante?

¿Por qué me hago tantas preguntas y no me decido solo a flotar en el aire? ¿por qué siento que me muero cada mañana que no estás conmigo? ¿por qué no me conformo con el canto de los pájaros, en las horas de la siesta? ¿por qué te extraño tanto?

¿Cuando la libertad se transformo en incertidumbre? ¿Cuando mi ocio se transforma en una perdida de tiempo? ¿Qué es aquello que haces nacer en mí que me gusta tanto? ¿Qué es lo que florece de mi cuando te tengo y me falta cuando estas lejos? ¿Por qué el canto de los pájaros es incompleto sin tus palabras diciendo te quiero? Tu ausencia deja sin piel a la orquesta, deja manca a la melodía y el éxtasis apenas asoma en la cadencia... la canción de amor sin vos, pasa de ser bella a decadencia...

No me sienta bien este desgarro, el vacío que me genera tu ausencia, hueco en el tronco del árbol olvidado, nido de comadrejas, alimento de gusanos. Grito en el bosque, nadie me escucha. Me revuelco en el fango, me estremezco en mi propio llanto, estertores vanos, catárticos, purificadores. No amor mío, no. No quiero extrañarte- no quiero quererte- no quiero llorarte. Me muero a cada instante... y no, no me sienta bien, este desgarro.

Agua,
agua salada,
espuma marrón,
recuerdos y tierra;
lágrimas y arena,
el ir y venir de las olas
rompientes en la orilla,
el roer de los días,
la madera de mis años.
Secos, secos y abstractos...

Te has llevado mi libertad en tus maletas y se esconde entre tus vestimentas, duerme entre tu ropa interior y la pisas cuando se refugian en tus medias. Se esconden para que no las veas, y especulan mientras estás fuera... No se si puedo pedirte que la cuides, que seas amable en tus maneras, pero si encuentras su cadáver, quiero que sean tus brazos quienes me la devuelvan...

La madera de mis sueños,
secos, secos, roídos y abstractos,
no te extraño a ti,
sino la libertad que te has llevado...

Se llena de agua y sal mi casa,
me ahogo sobre mi cama,
orcas, tiburones y peces espada,
mi piel de arena y lágrimas...