El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

miércoles, 6 de julio de 2011

Buen Viaje. Del Nihilismo al romanticismo. / Umiel Julio - 2011


 
 
Y: Yo
E: Ella
 
No me digas que no; porque se "sobre-entendía", no me vengas con el desencantamiento del mundo, racionalista hija de Pilatos; acuérdate que eras humana y persona, antes de convertirte en nihilista...
 
Y: Has echado sobre la mesa muchos problemas que me huelen a naftalina.
 Y dices que la unión de los hechos que propongo es como el viento de un tornado desatado por el aleteo de millones de mariposas al otro lado del océano...
 
Te respondo: esta vez prefiero mantener la expectativa en incógnito. Así, creo, es la única manera en que funciona la aventura. Aunque estemos hablando sencillamente de turismo.
 
E: Tus viajes son muy poco.
Y: Vos lo quieres todo, por eso nunca obtuviste nada. Porque nada te sacia amor, nada… nada… Por eso todo te parece poco. Y tus viajes van hacia ninguna parte.
 
Y: Ignoras que cada historia; que la historia se interrumpe, en cuanto a su sustantividad, cuando desaparece la espontaneidad. Lo que existe, no deja de existir solo porque dejes de creer en ello… aunque ya no continúe, existe en nuestro recuerdo. Y con cada acto de voluntad de olvido, con cada negación te susurra: Aquí estoy, y aquí estaré, para siempre… una risa cínica y tranquila acompaña en un estribillo pegadizo, te canta: para siempre… estaré aquí para siempre… Para tú para siempre… hasta que mueras…
 
Y: (Irónicamente, provocador) Algo esta pasando delante Mio y yo sigo mirando las estrellas...
(Pienso) Simplemente porque me gustan las pavadas o busco la belleza.

Se va, como debía irse, sin hablar…

Y: (Introspectivo) Y sin embargo, pude reconstruir en mi mente, aquella esquina, donde bese de verdad por última vez...

Se que alguien me acompañará en los sueños esta noche... En donde podamos abrazarnos sin necesidad de abrir los ojos... Es una invitación a que vos también quieras, que recuerde tu rostro...
Hablándole, como si ella estuviera dentro de mí, hablándole a esa criatura que era ella para mí; esa criatura tan distinta a la que ayer vomitó, (Perdón) decidió partir… Acá estamos entrando en el invierno, luego del otoño. Si de gris se trata, acá ganamos por lluvia.
En guerra conmigo, como un incapaz mediador entre mis sentimientos, mi razón, mi pasado, mi presente y mi destino; agotado, sin fuerzas; me propongo:

¿Y si simplemente caminamos?...
 
Volví a reírme conmigo, volví a sentir una tranquilidad que llegaba mas profundo; pude olvidarte plenamente por unos minutos; hasta que en la calle “Mis Venas” entre “Trauma” y "Olvido", rumbo hacia la casa de una amiga en la calle “Superación”, en el centro de la ciudad “Mi Corazón”, te crucé de nuevo; y quise hablarte, pero al saber que gritaría, seguí caminando por la otra calle “Frustración”. Y mis partes se preguntaron al unísono:
 
Discúlpame, pero... ¿Qué es lo que supuestamente estamos entendiendo?
 
Y por las noches me digo esto, que no se si llega llamarse consuelo: (El consuelo cuestionado en sí mismo, ya que el dolor siempre antecede al pensamiento)
Creo que hoy ha salido un rayito de sol, exclusivamente para mi... Y si el día esta gris, es porque ya me lo he guardado al lado de los sentimientos.
 
En cada momento en que pienso, disparado dicho pensamiento desde tu recuerdo; de a poco, (Hoy lo puedo ver) es mas difusa tu presencia; me centro tanto en mi, que no puede asegurarse tu influencia.
¿Dónde estás? No te encuentro; te ignoro inconcientemente y sigo construyendo un argumento:
 
La racionalidad de los procedimientos está destinada a enloquecer a las personas. El tráfico de abstracciones que implican, culminan en una psicosis ordenada, y su economía es tan indistinta a la energía que gestionan como la represa del lago lo es a la naturaleza de la vida. Y como un cigarrillo, el espíritu que emana de la humanidad se ha vuelto cancerígeno...

Caminando por la peatonal “intrascendencia”, cae un piano delante de mi, su sonido lo percibí como la muerte de la música. Automáticamente busque un pájaro y me tranquilicé al escuchar que estaba cantando. Era miércoles 19 de julio y volvía con mi almuerzo hacia mi trabajo; sonreí al escucharme que también caminaba cantando. Ingresé al lobby de mi corazón, busqué las llaves escondidas detrás de una foto sin colores; abrí una puerta y descendí hacía el sótano. Giré un placar cuyas puertas daban a la pared, quité el candado, abrí las puertas y te dejé caer. Te desamordase, te tomé entre mis brazos y te llevé en mis hombros hasta la habitación. Dejé que despertara sola. Apareció con cara confusa en la cocina, nos sentamos en la mesa, le ofrecí agua, jugo o café; decidió tomar una botella de agua y fumar. La miré y le dije: siempre me quedé callado y especialmente cuando más quería hablar; siempre me quedé callado y especialmente cuando no querías hablar. Me levanté y me paré al lado de la mesada deslizando mi dedo por el contorno de metal, en el vértice del ángulo de sus lados vertical y horizontal, como delineando las palabras que iba a pronunciar. Yo también estaba mal, estaba desenamorándome también, pero no puedo soportar quedarme callado una vez más. No pido que me ames, ni que me quieras, ni que de convencerte en que en realidad todavía me ames o que me quieres, pero no toleraré que ignores que aquí hubo alguien que te quiere. Pues no se puede confiar ni respetar a una persona como vos, que quiere matar el amor, sin una gota de romanticismo…
Ayer, (del día anterior a la ruptura) con los ojos llenos de sinceridad, desde lo profundo, como pocas veces fuiste con migo, como último recurso de un alma moribunda, como remedio de extractos de flores de la primavera antártica, me dijiste:

Quiero que me hagas compañía,
Quiero que me acaricies y que me abraces.
Quiero que me digas que se acabarán con el día,
Mis problemas y pesares.
Quiero que ahogues en tus labios,
Cada una de mis soledades…

Hubiera preferido que usaras tu creatividad de una forma más sincera y no te arrepintieras de haberte jugado la última carta que te quedaba. De verdad hubiera preferido, desde los confines de mi ego, queme dijeras:

Lo que ocurre es que ya no confío,
Y no veo razones para dejar de hacerlo...
Y avanza el frío,
Sobre las flores resistentes,
En el otoño de mis certezas y confianzas...
Es momento de ahuyentar, a las moscas que sobrevuelan nuestra verdad.,
Llevarlo hasta el cementerio, respirando el hedor mas triste y fétido.
Ese cadáver, que aunque muerto sigue viviendo…
En el recuerdo de todas las frustraciones,
En el recuento inevitable de tus mentiras,
En los parásitos que en este momento en mis manos se deslizan…
En la coagulación de los resentimientos,
En la cicatrización de los lamentos…
Yo Hubiera asentido, interrumpiéndote:
Y en la conclusión de que la muerte,
Fue lógica y justicia…

Terminé mis palabras y te lleve hasta la entrada, y te dije: ya puedes irte. Te vi salir boquiabierta.

Caminando por Reconquista entre Tucumán y Lavalle te encontré de casualidad. Como siempre vos quisiste hablar, me contantes del estrés de tu trabajo nuevo y mucho mas bla bla bla.

Te conteste que esa alienación es normal en esta forma de vida tan circunstancial automática y anónima en la que existimos. Agregue: La racionalidad de los procedimientos está destinada a enloquecer a las personas. El tráfico de abstracciones que implican, culminan en una psicosis ordenada, y su economía es tan indistinta a la energía que gestionan como la represa del lago lo es a la naturaleza de la vida. Y como un cigarrillo, el espíritu que emana de la humanidad se ha vuelto cancerígeno...

Mi miró…
Y me dijo:
E: Para nene, tenes problemas muy severos…
Le contesté:
Si, por eso río.
Porque he visto mejor cuando fui ciego, y encontré en la locura de sentirme humano, más coherencia que entre los normales y cuerdos.

Me fui y quedó con cara de enamorada. Me envió con la rapidez de un acto reflejo un SMS que decía: tengo tu número todavía. No le contesté y pensé sobre aquel consejo que le dí a Noria Puentedela: "Es como una notita con una frase bella, como una flor pequeña escondida en su bolsillo para sorprenderla. Es un grito cordial de quien teme pensar que no se lo recuerda; es un ¡mira que estoy acá!, no vaya a olvidarse que entre nosotros hay algo que se detenta, que se busca,  que se espera...
Es solo eso, una actualización, un recordatorio, un regalito inesperado en un contexto difícil. Puede ser señal de una necesidad apremiante, o de encender un poco aquella llama que teme que se apague. El tiempo dirá, solo disfrute de un acto sincero y simple: también la tiene en cuenta y quiere verla. El seguir viajando, con lo difícil que es viajar es un tema complejo. Disfrute de saber que hay alguien que la piensa por las noches, que hay alguien que también suele extrañarla; y que si alguna vez pudiera darse, las ansias serán acto y el pasado un eslabón. Si no fuera así, el tiempo la alejará de ese sentimiento que la ata, para liberarla hacia otros horizontes. Y esta vez será usted quien viaje". Contestándome en sincronía: "creo que usted me dejó de buen ánimo. Y si no es así, el tiempo alejara ese sentimiento que me ata, para liberarme a otros horizontes... ¡y seré yo quien viaje!"
Y: (Hacia Noria) Cuando las letras han sellado una idea, todo comentario derramaría su contenido vulgarizando a las palabras, queda aplaudir, y festejar que estamos vivos y que algo entendemos de ello.
Hasta mañana compañera.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario