El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

viernes, 8 de julio de 2011

A tu sombra una vaca muerta... y al asecho moscas. / Umiel - Noria Puentedela Julio - 2011



Me ha llegado el comentario que quería verme... Me gusto saberlo (pero me encantaría que lo necesites; te escucho, vedme aquí, mira como me ofrezco)

Tiemblo ante la sola idea de volver a verla. Mis labios se estremecen, mi pecho golpetea intensamente, mis manos pierden el pulso. Pero es mi mente, mi cerebro el que me más me atormenta. Me llama a la razón, me recuerda (perturba) a gritos, lo mal que me hizo verla, la última vez.

No la escuche, no escuche nada; movía los labios pero era yo quien la ignoraba; solo atendí a sus gestos, solo atendí lo que de ella me enamoraba...Mañana diré: ¿quién controlaría a un sentimiento, que de esta forma se gestaba...?

¿Seré yo un ser manipulado por fuerzas del algo así como "el más allá? ... no podía comprender que hacía ahí, hasta dos minutos antes de verla. Una vez que la vi supe que no dominaba la situación ¿la situación? pero que situación ni situación, estaba como una vaca camino al degolladero.

Como un niño perdido, llorando en medio del campo...
hay algo oscuro dentro tuyo, algo que me late dentro, que a distancia controla mis latidos; transforma este sentimiento en miedo, miedo a lo desconocido; terror mejor dicho. A eso que tienes adentro que marca el ritmo de mis latidos, eso del mismo color de tu sombra...
El día esta plenamente soleado en el campo, y no hay un árbol... la vaca se dirige a tu sombra, la vaca solo tiene un color debajo de ella...


Mientras que yo me entremezclo, como la paleta del pintor. La vaca lamió los pasteles...gris, solo gris se forma entre tanto color. Así queda mi corazón, como el color de tu sombra, que arrasa con todo.
¿Cuando es que va a venir señorita? usted me pone en espera, como siempre lo ha hecho. ¿y cuánto le falta? ¿va a venir? no sé si quiero verla, ¿sabe? o si, quiero verla, pero no se si lo pueda resistir, una vez más.

Impaciente, hace un calor insoportable. Me aprieta el cuello la polera, me ahorca el sudor... desvaneciendo mi confianza en mi mismo, la lengua mengua hacia la confesión...

¡No! encuentro que estoy gritando sin sonido... pues, ¡no emití esas palabras en voz! no no no, este calor que me ahoga, no, no puedo soportar más esta situación.
Este soliloquio es el que me ahoga.
¿Qué tendrás para decirme amor mío?

¿porque me haces sentir en el romance de estas palabras, en el amor de esta poesía; la angustia de creer que te estoy mintiendo? ¿Porque me impones la certeza de que son falsas mis metáforas...?
Y amor, tu sabes que lo mejor que tengo para ti son letras, y sin embargo las desarmas, mientras me besas sonriendo... La vaca se queda muda, ya no muge, ya no come; espera en la sombra convertirse en cena...
solo dolor en mis palabras, solo gusto a resignación en la leche amarga...
¿no te gusta miel amor?
¿Puedo saborearla yo?
No compite con tus besos, te lo prometo...

y en este instante, en este rapto de locura-no-cordura decido:
he de servirme en tu mesa, para que me contemples, para que me tritures, me lleves a tu boca, con calma o desesperación, me saborees o me escupas, para que te sienta bien a la pancita o te indigeste, pero ante todo, para poder estar adentro tuyo, entregado, completo, entero. Me sirvo Yo, para Vos.

No exijo demasiado a estas alturas: cómeme con las manos, solo te pido que no uses los cubiertos; si he de sufrir, he de morir, lo sé, pero sintiendo tu piel...

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