y los pulmones,
llenos de espera,
circula la nicotina en mis venas
y en ellas la esperanza,
que la ilusión no muera...
Tengo el cenicero lleno de intenciones,
y más ganas de vivir,
que las que dejé en los cigarros que consumí...
Obsesiones que se repiten sin quererlo,
y este cuarto lleno de humo,
es para tí...
El sol no saldrá esta noche,
en la que estás dispuesta,
y entera para mí...
Debo liberarme
y contenerme,
a la vez
y es por tí.
El cenicero desborda...
Debo ignorarme,
y atenderme,
esta vez,
por mi corazón.
Debo contradecirme,
y superarme,
para no perder,
la razón.
Porque tengo el cenicero repleto de intenciones,
y los pulmones,
llenos de espera,
Porque circula la nicotina en mis venas
y en ellas la esperanza,
que la ilusión no muera...
Aunque la dependencia del fumador crezca,
y la satisfacción de la nicotina se mantenga...
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