El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

lunes, 6 de diciembre de 2010

Palabra tras palabra... el ahorcado. / Umiel Diciembre - 2010



(Y otra vez ocurre lo mismo, la misma decepción, se le queman las alas a los ángeles que imagino y caen muertos en el suelo o sobre mí. Se derrumban mis sueños y se diluye en tu veneno mi capacidad de amar...)

Me encontraba con una soga al cuello, de puntas de pie sobre una base de madera, rodeado de gente que no conocía.  Me encapuchan en un momento y dejo de poder mirar lo que me rodea, aunque comienzo a ver mejor las cosas...  Un juez leía un discurso justificando una condena injustificable, fundamentando la muerte, y las pronunciaba de a una a las palabras lentamente...  A la par de él, un verdugo me decía cada frase que me habías dicho durante nuestra historia de amor, las frases que me habían enamorado de ti....  Y con cada frase movía la base de manera, corriéndola milímetros tras milímetro, tras otro, tras otro y otro más...

Que lindo que estas, me gustas mucho bebe...
Y un golpe, y un milímetro más...
me di cuenta que me equivoqué con lo que hice...
otro golpe y se movía la base de madera...
Que bueno que te acuerdes de tantas cosas...
con una patada continuaba la estrategia...
Te buscaba por las paradas de los colectivos...
un manotazo y mi pie derecho quedo afuera...
Te extrañaba nene...
otro golpe y se terminaba la espera...
Sos único...
y yo pedía por dentro que la próxima sea la última, ¡Golpea con fuerza!
y efectivamente llegó con esta última frase...
Por algo volví...

El juez había terminado de hablar y nadie lo había escuchado, pude oír a gente que ya estaba festejando y a otras que se lamentaban y lloraban, me entregue a mi destino impuesto y esperé lo que tenían para mí: la muerte...
Terminó de quitar la maldita base y toda la tortura acabó, pero quiero que sepas mi amor que la cuerda se cortó y que ahora el verdugo se las verá conmigo con un hacha en la mano, y lo haré rápido porque solo tengo un segundos para poder tener chances de escapar. Le corté la cabeza sabiendo todo el tiempo que el rostro que escondía su máscara era el tuyo...  Y en el rodar pude confirmarlo y mirarte a los ojos. Para poder ver la única verdad que se escondían tras de ellos: la nada...

(Amarte fue un intento de suicidio...  Por haber confiado en ti cuando en el fondo siempre supe que solo podrías matar...)

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