Escribo poesías solo para poder olvidarlas... / Umiel Diciembre - 2010

Veo el cielo gris,

lo veo mientras la lluvia se decide a caer,

El agua recorriendo las pocas hojas que le quedan a los áboles,

esas pocas verdes,

y creo que con la edad,

el frío y el desengaño llegan,

paulatinamente y de forma fatal,

y temo dejar de llorar cuando debo llorar,

cuando la nada convierta en vacío a las decepciones,

cuando las decepciones dejen de ser decepciones...

Y es uno de esos momentos donde solo puedo mostrar la superficie de aquello que explota dentro de mí, que arde en el pecho y en mi vientre; las dudas, las incertidumbres, la falta de seguridades y la triste realidad que nos somete. Debo ocultar los sentimientos literales para no quedar expuesto, aunque sea evidente que detrás de esto se encuentra tu nombre; y me averguenza no poder decirlo con todas sus letras y tragarme cada una de mis palabras. Pero el impulso regala poesías que solo quiero escribir para poder olvidarlas... Quítense de mí, váyanse de aquí, solo soy un enamorado que no sabe como amar, en una situación inesperada, compleja y complicada... No me torturen más, solo quiero vivir; me basta saber que ya es, inevitable salir lastimado; quiero ser solo en parte conciente de este engaño...

Me preocupa más que los tragos de cada noche, que no solo las flores de los jardines del amor se marchiten en el otoño de mi existencia, sino que con cada decepción, se marchite la propia primavera, y así acostumbrarse a la nada, a la soledad, a lo esporádico y casual. A una vida superficial, de adorno sexual, y soledades que se acompañan en nombre de cada individualidad. No hay proyecto, ni futuro que pudiera planear, que no se limite a una isla individual, egoísta y personal... Y así descubro que el no amor, es también, terriblemente fatal. Tengo cosas en que preocuparme, en mi vida, en mi generación, las que las suceden y la nada consumista que regala como felicidad, una simple diversión, que muestra como verdad solo la certeza circunstancial, que muestra como amor y compañía, la más cruel objetualización y cobardía; y así una vez más me doy cuenta que escapar no implica una salida...

Y así escribo poesías solo por escribirlas, para quitar de mí, esa desdicha que me quita nitidez en el paisaje de este día gris y de lluvia. Expulsar las malas sensaciones que la vida me regala y aquellas que me impone. Escribo solo para olvidar el motivo por el que escribo, y así quemar cada poesía íntima y secreta en el papel de cada cigarro que enciendo, hasta llegar a la conclusión de cada pensamiento. Y tengo cosas importantes en que preocuparme, en mi vida y en aprender a no pensar; o en el mejor de los casos ayudar a que mi memoria se convierta cada vez más selectiva ayudándome a olvidar. Por ello no me preocupan las copas de cada noche, sino el perder la capacidad de amar, de acostumbrarme a lo que hay y ser un ser estúpidamente sumiso y circunstancial. temo no poder tener historia, temo no poder contar, todo lo que hago y que mañana me conformará, como la persona que seré. Pues hoy estamos siendo lo que mañana será el recuerdo, lo fuimos, lo que somos. Pues uno es lo que hizo en el pasado, y hoy está haciendo lo que mañana será su ser del mañana-hoy.

Además no puedo definir lo que evidentemente no conozco, y si me quedo con los hechos me angustio, lloro, temo y me escondo; ante las ausencias de palabras, frente a tus silencios; solo queda más nada y avanza el otoño de mis sentimientos...

Y se muy bien que será fácil para tí, que ahogarás mi ausencia de nuevo en solo una lágrima que derramarás cuando ya no esté aquí; así solo seguiré escribiendo para luchar como simpre lo vengo haciendo, ante la realidad que le quita la poesía a los mejores versos, la sal a las palabras desarticulando el sentido entre las letras... Catarsis literaria, solo escribo poesías para luego poder olvidarlas...