Hoy he brindado a nombre del olvido,
ese olvido que necesito,
para dejar de confiar,
en todo aquello que he creído.
Y escribo poesías como epitafio
de todo aquello que ha muerto
y ya no encuentro en mi mirada...
Mientras me fumo sobre el papel en el que escribo,
y contemplo todo el tiempo que he perdido...
Y como gana terreno en mi ser, la nada...
Me perdí ente letras, versos, frases y libros, buscando buenos consejos para construir mi destino. Alguna manera de darle un sentido a mis acciones luego de un cataclismo que había dejado mi corazón partido. Evité la intrascendencia del anonimato establecido en todas aquellas experiencias que me colocaban como un producto más en la góndola de un supermercado de personas, consumido como un objeto en el gran escape consumista masivo, para tapar o encerrar en una caja la angustia existencial. Que en definitiva es lo que más importa, antes de dormir y te acompaña hasta el final... Pero el tipo de decadencia compartida nos coloca aún más lejos de lo que de por sí mismos están, dos personas que no se hablan más...
Renuncié, quizás demasiado rápido al vacío que dejaba cada relación circunstancial, mientras que tú te ahogabas en semen que deban en tu cuerpo, desconocidos, luego del sexo anal... Me emborrachaba, y como dijo una vez Iván (Ferreiro), me gastaba todo en sonreír, para no quedarme mirando el techo pensando en los hechos, y odiándome al no querer pensar más, y no poder evitarlo. Situación repugnante como el olor a látex que acumulas entre tus piernas, mezclada con el sudor asqueroso por el esfuerzo que haces en las butacas de autos de cualquiera. He ha aquí tus únicas adquisiciones, "tus únicas destrezas". Entiendo, solo debo valorar lo que llevas en los pechos, lo que haces con tu boca y lo que regalas entre tus nalgas y ente tus piernas...
Ya entendí que no sirve buscar más la inocencia que tenías tras tus ojos, pues se fue entre todo aquello que has perdido...
Tengo ganas de vomitar,
las arcadas me anulan,
tengo ganas de vomitar,
y vomito las palabras
que ya no puedo pronunciar,
no expresan la realidad
y todo por tu culpa...
Tengo un cenicero lleno
una cara mojada de lágrimas,
un vaso vacío,
un ataque de ansiedad,
arena en el pecho
de la angustia
de ver que ya no vales nada
y para recuperarte
¿Como lo harás?
Ya voy por el tercer vaso y por el décimo cigarrillo, por la quinta hora de insomnio y por el primer humo de alivio. Ya no se por cuanto versos voy, tampoco se como calmar este dolor; que de apoco va muriendo y cayendo sin gusto ni sabor, ni aromas, ni sonidos a la frustración, al mas cruel escepticismo, que a la vez es el único alivio...
En mis ojos ya no salen lágrimas,
Y mi ánimo expresa
la resignación frustrada,
de no poder confiar en nadie,
de que no vales nada,
el más cruel escepticismo,
de ya no creer en nada...
Tus miserias no comienzan a ser miserias cuando debes hablarlas, tus miserias son miserias desde que las piensas, las haces y te las guardas... Eres todo lo que haces, hiciste y harás, todo que pensaste, no pensaste, piensas, no piensas, lo que cuentas y los secretos. Que idiotez demuestras al sentir que te convertiste en una cualquiera, solo al tener que contarlo. Si te sientes vulgar, un objeto, una más... es porque has perdido tu dignidad allí, entre los fluidos que a desconocidos les permitiste dejar, dentro de tu cuerpo, en las sábanas, en el inodoro, en tu ropa interior, en partes superficiales de tu cuerpo, en el tapizado de cualquier auto... Cayó y se destrozó exparciéndose fuera de él, desde las ventillas, hasta las veredas, hasta las paredes del lugar donde fuiste a fornicar...
¿En que te has convertido?
¿Hasta donde llegarás?
Tengo arcadas...
Tengo ganas de vomitar...
Y una vez dije que si me quedo aquí,
no es porque me engañes,
sino por la cara que pones al mentir...
Y eso lo creí porque en fondo supuse,
que existían límites que solíamos compartir...
Y me has demostrado,
que nada de eso es así.
Ahora te tengo miedo, a veces asco,
Por no poder compartir,
con mis lectores
lo que sigue de la historia que vine a describir,
que por verguenza, porque es una tragedia,
porque de debo callarla y ocultarla hasta de mí...
receta contra los hij@s de puta:
ResponderBorrarvomita, vomita, siiii echalo todo para fuera, jura, perjura, maldice sacate el dolor del pecho y del alma, y quedate a gusto, como dios.
mirate al espejo, mirate un largo rato, de cerca, pega tu nariz, besate y deja los besos pegados en el espejo, y ahora di en voz alta, tan alta como tus vecinos te permitan:
soy maravillosa, soy guapa, me gusto, me gusta mi cara, mi nariz, mi boca...., me quiero, me quiero, me quiero (repitelo tantas veces como sea necesario y hasta que lo oigas y te lo creas).
vistete ponte guapa,pintate los labios sal a la calle, y piensa:
"nena tu si que vales" y desde ahora, no quiero estar al lado de un necio, de un cretino, de un hijo de puta, no quiero a mi lado gente negativa, gente sin corazon, que no comparte por lo tanto solo quieren recibir, y que desgracia la mia señor, que siempre yo me topo con ellos: con los mentirosos, con los pendecieron, con los bellacos, que mal gusto tengo o que mala suerte.
pero a partir de hoy, mi vida,la agarre yo y sus riendas tambien, y ahora me siento:
niña en el bautizo, novia en la boda, yegua sin bridas y pelo sin lazos.
me siento luna llena en la noche, mora de septiembre, agua de la mañana, loco remolino de primavera, higo mieloso de verano.
me siento loca como un carrusel, viva como un grillo, movida como las dunas y pizpireta como una peonza.
me siento curiosa como un catalejo,asertiva como un telegrama, directa como una flecha, caprichosa como una veleta,
me siento fuerte como una aldaba, calida como el caribe, dulce como el datil, y volultuosa como el chocolate negro y amarga como tus labios.
asi me siento yo, sin vos
Genial, buenisimo. Me encanto, gracias por estos comentarios Puri, sos una grosa, sabelo. Gracias y gracias.
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