El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

domingo, 12 de diciembre de 2010

Anonimato universal / umiel Diciembre - 2010



Hoy es un día para nada especial,
como la gran mayoría,
que pasan por pasar.
Ahora pienso,
que no es fácil ser sincero,
que no es fácil ser tierno,
si el maldito mundo
no te deja ser pequeño,
Y es así,
que nos armamos de falsedad,
y a tu cuerpo lo sometes,
A situaciones que no te dejan nada que contar,
nada que contar,
nada...
Y así,
escribes tu carta de suicidio,
al no tener historia, 
ni recuerdos ni olvidos,
de ir matando al niño,
que soñaba sin maldad,
en esos momentos,
en los que no hacía falta escapar,
no, no hacía falta...
y ahora entiendo,
el cariño hacía los sobrinos,
hacía los hijos de amigos,
de vecinos o los primos,
es verdad que representan tu fracaso,
de la inocencia que has perdido,
y que pierdes paso a paso,
que dejas en el café, en aquel bar,
un poco más de lo que te quedaba de verdad,
al mentir y al callar,
todas las cosas que no quieres contar,
y le dices que es hermosa,
que es única y especial,
cuando lo único que quieres
es evitar la soledad,
pues dormir solo contigo mismo
puede ser fatal.
Y dime como no volverse loco,
al ver como se pierde todo,
poco a poco,
poco a poco...
de a poco, todo...
Y consumes más personas,
que nunca conocerás,
escondiéndote en la cobardía,
del anonimato universal,
tu vida se compone solo de momentos,
en la más cruel escena teatral,
ya no hay correcto o incorrecto,
solo hay frustraciones que crecen
más y más aquí adentro,
y me seco,
y no estoy muriendo,
porque ya no hay decepciones
que sienta como debo,
para seguir siendo humano,
para acordarme que tengo sentimientos,
que lo que hace ruido en el pecho
no es un motor, es un corazón,
que algún día albergaba sueños...
La vida te va moldeando a los golpes,
a desengaños, a mentiras,
a fracasos y traiciones,
y las emociones
y el marchitar de todas las ilusiones
que ves claudicar, de a montones
y te embriagas o buscas la forma de escapar,
de los pensamientos que te recuerdan
lo que debiste valorar,
pues solo te queda el ego
el ego mismo que te ah dejado solo con tu ego,
y participas del funeral,
de la esperanza
y te ves sepultar,
con hambre de venganza,
solo en tu entierro,
ya no puedes llorar...

Y te das cuenta que la vida circunstancial no te ata pero tampoco te deja nada que recordar, nada que valorar, nada que te de pena perder, pues solo eres una acumulación de momentos, sin nada que vaya a trascender. Pues te han consumido como un chicle beldent, y debajo de tu piel no hay nada que ver, y solo atinas a quitarte la ropa que te quieren coger...
Y es domingo,
y te vuelves de acero,
no sientes, no piensas,
no cuentas, vuelves hasta el cero,
y te entregas a la casualidad,
a la mentira de la libertad,
y así llenas tu cuerpo,
de ficciones de amor,
cuando solo es puro sexo,
hedonismo fálico sin sabor,
sin sentimiento, sin amor,
el nuevo deporte sex-ball,
donde en teoría nadie pierde,
y a la vez nadie gana, 
disfrutando de la comodidad,
de no ser nadie, ni nada...
y es más, la mayoría ni lo disfrutas,
pero lo haces porque le temes a la soledad,
le temes al espejo,
cuando te encuentras solo
cuando el corazón se te presenta
y te lo dice todo,
si todo, todo, todo, todo...
que no tienes nada, 
que nadie te valora,
que solo eres objeto,
y que te apures que solo tenemos un par de horas...
Que eres consumible,
que eres sustituible
que ya no tienes nombre
que apareces como partes de momentos
de miles de personas,
que en el correr del tiempo,
sabes que te perderás
en el olvido, en la nada,
la nada que sientes al despertar
en la cama de un desconocido
que te dice: la puerta es por allá...
(Si justo allí, donde dejaste tu dignidad...)
Y te mientes,
diciendo que es lo que buscas,
cuando en realidad, 
solo es lo que soportas...
Porque no elijes nada de lo que haces,
porque te duele y te dolerá
saber que eres anónimo,
no tienes nombre ni identidad.
Como un número,
solo eres uno más,
y no hay forma que te puedas valorar,
si te pierdes como un punto
en esa gran espiral
el circulo vicioso de la ajeneidad,
no puedes guardar nada,
no tienes nada más,
y te entregas para no pensar,
al anonimato universal,
no tienes nada que mostrar,
y no tienes ninguna identidad,
no tienes nombre, ni sueños, ni verdad,
porque solo quieres olvidar,
lo que en ese preciso momento
mañana no querrás recordar,
ya no tienes nada,
nada que entregar,
con cada cuerpo que pasa pierdes lo especial,
al pasar a ser uno más...
te has estandarizado en el anonimato masivo universal...

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