El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

viernes, 24 de septiembre de 2010

Solo una depresión de una joven nacida entre los años 80 y 90 / Umiel 2003

Se cerró la puerta, mientras que su sangre seguía transcurriendo dentro de ella y aunque tuviese la llave no la abriría, la mente le susurra vientos de praderas fértiles que ella ha de incendiar una y otra vez. Como si el alcohol podría ahogar no tan solo a ella, a su pena, cuando la lluvia la mojaba por fuera, sin tener en cuenta que no es parte de ninguna igualación o parentesco con otras pasadas poesías, donde hacían alusión a su hoy, extinta excitación; pero al ser natural no le importa y sigue cayendo.
La luna la mira por siglos y ella la mira por siglos también, a los ojos empañados por el post calor de esa lluvia de verano y el frío angustioso de su interior. La luna, no la culpa, a pesar de que le este exigiendo una respuesta invisible, que muy bien sabe que no existe.
Como hija del rigor, sonríe irónicamente al ver que el la última gota de lluvia y del vaso no ha encontrado ese beso y ese abrazo tan anhelados. Se contonea cuando ninguna presencia allí cabía, es mas, solo la acompañaban sus hilos caídos, si hasta el show de marionetas se había acabado junto con la cocaína.
Al llegar a casa observo una caja llena de vacío y oscuridad, sin percibir las millones de luces que sobre ella emanaban. Solo bastó de un sillón enfrente de esa caja para confirmar el éxtasis de ser acompañada de un cilindro de nicotina, que no la distrae de la importante pastilla para adelgazar, que a ella para nada le interesa y sigue mirando la luna por siglos y la luna la mira por siglos también; sigue mirando a la caja por siglos y la caja la mira por siglos también.
Su inconciente le dicta que escuchar el ruido fantasmal del viento le otorga el seguir viva y que todas las ventanas y puertas cerradas (como sus oídos), se la conservarán. (No come hace tres días) Cree conocer y entender la belleza de la naturaleza por un césped en piedra que le hace abrir los ojos cuando esta volando.
Al otro día no existen reflexiones entre dolores de cabeza, taquicardia, resaca, tos y una nueva bocanada, etc. Y se siente asquerosa por haber pensado lo que exactamente su madre hubiera dicho. (A pesar de esto se cree distinta)
Ese cuarto, celda que se compara a la de un delincuente que acepta su delito y condena, que sabe que lleva consigo 10% de vida y 90% de resignación y frustre.
Una roca en el medio del océano atlántico cubierta de moho, simplemente nada, solo los micro organismos y bacterias vivientes que tienen números mayores a los que nuestra imaginación pueda concebir.
Lo anterior esta de paso por su conciente, sirve como una inhalación que le quita mas aire a su burbuja, que esta junto a esa roca. La lluvia vuelve a caer y al ser natural no comprende la inexistente comparación con otros pasados relatos, donde había sido una metáfora para aludir a su excitación… …se sigue contoneando… …aunque no respire…

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