El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

martes, 5 de marzo de 2013

Simplemente claustrofobia. / Umiel - Marzo 2013




Busco en los espacios del aire que inunda esta habitación, algún atajo que asome de causalidad, con el apuro entusiasmado de la desesperación. Ojala que se sienta igual que yo, al estar solo aquí. Ojala que piense en todas las formas en que escaparía de la angustia si no estuviera aquí encerrado. En todas aquellas formas de huir cuando me quedo solo, conmigo, en mí. En las piruetas que uno hace para viajar liviano en el tiempo, en el tiempo que es hoy. Hay veces que la claustrofobia, es una linda forma de escapar. Sustancias, líquidos, fastidio y claustrofobia. Música, imágenes. …Esta maldita censura… Aunque me cuelguen de la nariz mil carteles, por esa puerta no quiero pasar. Así que, si es por mí, podrías introducir aquella barrera en tu recto. Solo, obviamente, si así lo deseas.

Y hasta dentro de un rato, no hay forma de escapar. Uno puede llorar al perder lo poco que le queda. El diablo sabe por diablo, pero se hace viejo en la lucha de la espera. El diablo sabe por diablo porque nada espera. Si yo fuera eso también sabría por eso. Pero nací en la penumbra tersada de la fragilidad humana. No me vengan con metafísicas, las metáforas sobran, ¿O no Wilson?, ¿tienes algo para decir?, como me lo imaginaba, la mamá psicológica te prohibió hablar con tu alter ego. La imaginación en el amor tiene fecha de vencimiento, grita Odiseo ebrio en un bar bohemio y burgués-comunista de San Telmo. Digámoslo así, que queda mejor, lo suficientemente concheto para esconder o invertir algo.  Lo espera la tumba del trauma descontrolado de desear terminar destruyendo aquello que anhelamos. Si algo me enseño leer libros sobre el marxismo, es que es muy probable que me estés invirtiendo algo. Y estoy seguro que tus ojos se dan vuelta, se te mueven como los párpados, dan toda la vuelta y llegan al punto de origen. “Superman: extraterrestre del orto” gritan los batmanes latinoamericanos. Aunque Robin efectivamente se puso en pedo.

Simplemente claustrofobia, nada más. Deja de mirarme que no soy un vidrio, ni tampoco tu espejo, soy una imagen más. Con sangre en la tinta. El bigotudo que me recargó el tonner me estafó y no se como maquillarme las venas moradas, casi secas. ¿Y todo por qué? Por ahorrar unos pesos. Ahora me pierdo entre las paredes blancas del hospital. Lamentablemente no podré donar este cuatrimestre muchas ideas a la facultad. La asignación de frustración universal,  ¡bingo!, niños humanoides fabricados en taiwan.

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