El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

domingo, 14 de noviembre de 2010

La noche de los museos / Umiel Noviembre - 2010



Era la hora de cenar y yo tenía ganas de tomar café; y así lo hice, entre en aquel bar y disfruté del aroma y el gusto de aquel.
Sentado, saciado y apagado busque algo en las gotitas que quedaban en la taza, pero no con el motivo de predecir mi futuro, al contrario, solo para comprender como llegue hasta aquí, encontrar los hilos conductores del pasado, encontrar donde quedaron los vestigios de lo vivido; y me di cuenta que aprendí a olvidar...
Recordé esos momentos en los que vivía en consecuencia de mis recuerdos, de la costumbre y la rutina que había cambiado. Me sorprendí al percibirme ignorante ante los acontecimientos que me han transformado tanto, tanto, tanto...
Además de la intrascendencia de aquellos recuerdos mas actuales. Estoy confundido,  ¿Será que en ese ímpetu de necesidad, de autoayuda, de defensa de conseguir olvidar y ayudar a mi memoria a ser más selcctiva, he sacrificado también mi capacidad de prestar atención? ¿O es que en realidad mi vida últimamente, aunque vivida intensamente, no me ha dejado momentos importantes que retener?

Y así, todo lo que había alrededor desapareció o se ocultó en la oscuridad que apareció de repente; y así solo pude concentrarme en mí, en mi mente y reconocer cuanto de mí hay, en todo lo que pienso...  Y así, viví mi propia noche de los museos...

Pensé en mis manos y en un monumento, pensé en lo que provocan y en un museo.

Camine por calles empedradas y con faroles que iluminaban muy poco; con una estética tanguera, con cierta carga en el aire de deseo de olvido, de inmigrantes buscando restablecerse en un nuevo lugar, de inmigrantes melancólicos, de angustia, de nostalgia y con una niebla londinense devastadora. Se ve como una pintura mojada, la imagen de un lugar abierto, cuyas luces se funden en la niebla como colores que se mezclan y conteniendo el brillo al mínimo. Entre.
Me encontraba en una galería con forma de un gran pasillo, en sus paredes y en centro de la alfombra (que era de un bello púrpura opaco) se posaban distintas obras de arte, de mis manos, de mi inercia creadora, se posaban los recuerdos, la memoria, lo olvidado, casi por completo todo aquello que engloba el término pasado.

Vi fotos de niño, me vi en cada situación especial; mis primeras salidas, amigos olvidados, mi primera borrachera, la foto de la primer mujer que me gustó, de todas las que me han enamorado, mi primera vez, mi primera vez enamorado, mi rebeldías escolares, mis viajes y vacaciones con amigos, el nacimiento de mi hermano y mi hermana, los familiares fallecidos, los recitales, las noches pensando y escribiendo a los tiernos 14 años, etc, etc... Toda mi vida en un book de fotos...

Ví mis poesias y textos en cuadros colgados, en grafitis, en letras tridimensionales; también mis frases favoritas, aquellas que he utilizado cuando yo no podía expresar de mejor manera lo sentido y lo pensado. En mesas altas estaban los mejores libros que leí, remarcadas las partes que más me interesaron.
Y quise detenerme a leer estas:

"Me dijiste:
me encanta escucharte,
y yo dije:
entonces te regalo todas mis palabras.
Y te regale todas mis poesías...
E hice tuya todo tipo de inspiración...
y te bese sin preguntártelo,
y disfrutamos de las palabras
que se pronuncian en el silencio,
a través del lenguaje de las miradas.
Miradas que concentradas una en la otra,
eran a todo lo que acontecía alrededor,
totalmente ciegos...
y de esta forma descubrimos otra forma
en la que la oscuridad es romántica...
Pero al final tú solo podías decir te amo para expresar lo que sentías...
Al final, ocurría lo mismo en los actos..."

"Es un momento en que la realidad me ata las manos, me reprime la capacidad de crear, de hacer acto mis ideas, de hacer acción mis aspiraciones, de modificar los errores, de hacer la voluntad y la ideas un verbo...
Es un momento en que todo lo que me rodea me exige y me muestra cada 10 segundos que no todo depende de mi voluntad...
Pero veo que existen personas que toleran la resignación de una forma sobre humana, y ya ni lloran, ni sienten y menos aún se rebelan ante las repeticiones constantes, y que cada día ocurra lo mismo, más de lo mismo, exactamente lo mismo, lo mismo y así una vez más, y otra vez, otro día, y uno más, otra vez, y otra vez, y una vez más, y otra vez, y uno más, otro más, idéntico, igual, exacto, similar, simétrico, igual, lo mismo otra vez y una vez más, lo mismo, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, igual, una vez más..."

Estaba el mundo de letras que construí, y mi mundo expresado en las letras, vi mi vida en forma de un libro...

En medio del pasillo había figuras mías disecadas, de cada uno de mis cambios, me reí tanto al verme de nuevo punk, hevy, dark, glamm y otros experimentos de vestuario. Esculturas extrañas y de arte conceptual expresando mis estados de ánimo, muchas con espinas, había muchas puntas, muchos círculos, cuadrados, rectángulos, todos de maneras diferentes y combinados, de todos los colores, algunos enormes y otros diminutos; pero al llegar al fin de la galería de mi historia, me di cuenta que eran todos mi yo que se habían suicidado, y que revivieron al no ser tan solo reales, sino materiales... La pared del final la ocupaba un enorme espejo y pude ver que estaba desnudo; y que al pie de él se encontraba una mochila llena de aquellos vestuarios; y una mesa con telas e instrumentos de costura...


Y me quedé al final del recorrido con estas frases recortadas de cada texto, palabras que me surgieron de cada foto y cada escultura:

"Si, la amo...
Si, te extraño,
Es mejor que ya no sigamos juntos...
Si, hace días que estoy llorando,"

"Estoy mejor. Hasta diría que renovado."

"Es hermosa y me ha enamorado,
Ella es mi novia, la mujer que amo...
Si amigo, ya hace un tiempo largo que terminamos...
Ya he sufrido y llorado como nunca, ya he respetado la muerte de aquello que sentía como amor, ya me he suicidado, sí, ha muerto el Umiel enamorado y volví a ser yo."
 

"Empecé a hablar con ella hace muy poco.
Es divina, muy bonita, en realidad la veo hermosa...
Si amiga de mi vida, creo que estoy enamorado..."

Y así pude colocar todo aquello que me lastimaba, lo que creía que podría acabar con mi vida entre todas las experiencias vivídas, como una más, como un granito más de arena en el desierto, como un gramo más de nieve perdido en la cordillera, como un pétalo marchito más al comezar el otoño, perdidos entre las hojas muertas.

Fui espectador del arte de vivir,
fui público de las obras de mi historia;
disfruté mi noche de los museos...

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