en que toda impaciencia
era gracia para poder reír
y festejar de amor. (1)
"...Y hubo quienes ante mis moscas, se acercaron a comer..."
(Y lo que se ofrece,
intuyo;
Es manzana envolviéndose en miel sin sabor)
Ambigüedad.
Ne te creo,
desconfío,
y me niego.
No hay gracia,
aún menos amor;
si tu afecto no lo disfruto,
al contrario,
lo padezco.
No hay caricias para mi tristeza,
aunque las necesite.
nadie busca sanarme,
volverán cuando me reponga.
El otoño se transita solo,
y duermo detrás de una hoja
seca, a su sombra.
La basura es mía,
la fantasía y el dolo;
también.
Ya no se trata solo de la realidad, su risa cínica y su semblante cruel; sino además, de asumir mis estúpidas invenciones. Confusión de hartazgos sublimes y vano placer. De caricias para tu piel, que no buscan tocarte el alma. Como arde el filo de la daga, cuando logra rozarme por un descuido o por un delirio. Pero en ambas casos, enamorado.
¿A quién le importa si el dolor te derrumba por dentro?
Si ante tu carencia, necesidad o esperanza,
aquí;
no hay nadie.
Y corren al resguardo de un lugar
que en definitiva no pretenden ocupar.
Me pregunto:
¿Cuánto más voy a soportarlo?
Y esta vez no odiaré piadosamente.
"...Y hubo quienes precisaron ver que, además, sabía morder..."
Hoy
la violencia
es para mí.
1. Había una vez / Disco: Pajaritos, bravos muchachitos (2013)* Indio Solari & Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario