Tome entre mis manos el pétalo arrugado,
Por la sequedad,
Lloré más de mil lagos y vi que para nada,
Servía la humedad...
Definitivamente no voy a creer en ningún dios y ningún santo,
Si antes de conocer el amor ya desconfiaba,
Ahora el solo pensarlo me da asco.
Al ver como se derrumba un amor,
En el fango del sin sentido irracional del desencanto.
Nada me pertenece en esta vida,
Solo el recuerdo de esta herida
Y un cuchillo clavado....
Y un cuchillo clavado....
Tomé cianuro de tus labios,
Y la flor que se arruga en pleno marchitar,
Aposte mi corazón y mis manos,
Al deseo de un comisario Talibán,
La injusticia me dejará rendido y atado a tu lado,
Y unas alas para ti, par que puedas escapar.
Y de tu sonrisa caerán estrellas que se apagarán,
En el colchón de hojas secas,
Que me rodean y me mecen,
La cama de la tortura emocional,
Las marcas de la brillantina de una bailarina,
Que derrite la piel y desgarra el tajo que me ha de desviscerar.
Tome entre mis manos el pétalo arrugado,
Por la sequedad,
Lloré más de mil lagos y vi que para nada,
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