Hay veces que una sola palabra te obliga a tener que explicarte mil cuestiones que hasta entonces, no importaban... / Umiel - Noviembre 2011

 

 

Puedo pretender no pensarte, pero no puedo dejar de sentirte…
…Sentirte en cada momento en que me veo incompleto,
En cada espacio que estaba vacío y que ahora esta lleno.
En cada uno de los lugares en los que de a poco te hago mía,
En los gustos que le diste a mi existencia hasta ahora insípida y vacía,
En el recuerdo de tu sombra que guardan mis paredes,
En la marca de la almohada que dejas cuando duermes...
En el recuerdo de la paz que me da tú trato cuando me tienes,
En la fe en la primavera al ver flores que florecen,

Y en hojas que aún son verdes...
En la certeza de sentir que tu piel es mía,
En la convicción de no temer a regarte más de mis días...

 

Hay veces que una sola palabra puede hacerte tambalear todas las certezas que construiste en un rapto de suerte en medio de este azar. Se complejiza un proceso que hasta ahora era simple...

Quizás el esfuerzo me regale el éxito;
Quizás mi torpeza me imponga un siniestro...
O quizás mi inocencia me regale un: te absuelvo...
O caeré en la inconciencia para dejar de ver lo que veo...
Aunque nunca permanezco mucho allí,
por respeto a los ciegos...
Aunque des-oír las palabras que en realidad me golpean;
puede ser un insulto a mi mismo,
y a aquellos que padecen sordera...

 

Hay veces que una sola palabra te obliga a tener que explicarte mil cuestiones que hasta entonces, no importaban...

Y a veces la acción nos permite a través de la suerte, crear mundos en el azar y la libertad... Como el espacio que ocupa un tallo al desplegarse en su florecer, como la expansión de las moléculas de un aroma exquisito en el aire que respiras; como mis letras ocupaban espacios en tu mente mientras las leías; como el amor llena tu pecho, vaya uno a saber bien de que, pero que nos da felicidad y alegría…

¡Pero carajo! Hay palabras tan incisivas que te hacen recordar que existe una historia, una continuidad, factores que condicionan, que por momentos hasta determinan; justo cuando esa palabra es pronunciada asoma el miedo, a que florezca una verdad... Palabras que nos recuerdan que la mariposa tan solo vive un día; que en una boca caben mil salivas, que una lengua al besarte puede darte éxtasis y mentiras… Que son las propias palabras las que dan formas al amor y que son ellas mismas las que le secan la saliva…

Se complejiza un proceso que hasta ahora era simple...
Quizás el esfuerzo me regale el éxito;
quizás mi torpeza me imponga un siniestro...
O quizás mi inocencia me regale un: te absuelvo...
O caeré en la inconciencia para dejar de ver lo que veo...
Aunque nunca permanezco mucho allí,
por respeto a los ciegos...
Aunque des-oír las palabras que en realidad me golpean;
puede ser un insulto a mi mismo,
y a aquellos que padecen de sordera...

Palabras que nos recuerdan que la mariposa tan solo vive un día; que en una boca caben mil salivas, que una lengua al besarte puede darte éxtasis y mentiras… Que son las propias palabras las que dan formas al amor y que son ellas mismas las que le secan la saliva…

Así, creo que entenderás, porque prefiero acallar; que…

Puedo pretender no pensarte, pero no puedo dejar de sentirte…
…Sentirte en cada momento en que me veo incompleto,
En cada espacio que estaba vacío y que ahora esta lleno.
En cada uno de los lugares en los que de a poco te hago mía,
En los gustos que le diste a mi existencia hasta ahora insípida y vacía,
En el recuerdo de tu sombra que guardan mis paredes,
En la marca de la almohada que dejas cuando duermes...
En el recuerdo de la paz que me da tú trato cuando me tienes,
En la fe en la primavera al ver flores que florecen,

Y en hojas que aún son verdes...
En la certeza de sentir que tu piel es mía,
En la convicción de no temer a regarte más de mis días...