Hoy no miro el sol,
no lo quiero ver sonreír,
si al fin y al cabo esta lejos,
y no estará nunca dentro de mí...
(Evito la contemplación)
Si hasta el sudor es externo
y solo el pesar es lo que llevo,
espectral y seco
aquí dentro...
Mi callejón oscuro interno...
Tus bellas manos cortando flores,
el cuadro maravilloso de cuando las hueles...
Y lo haces con todas y cada una
Y así pareciera que mi jardín no florece...
Y no miro al sol,
porque no quiero verlo sonreír,
la luz que me regala es una tortura,
mientras te lo dejo destruir...
Mi jardín...
Mi jardín...
Ho! mi pobre jardín!
¡Primaveras desperdiciadas!...
¡Mis flores muertas!
Mi temor a partir...
Solo espero que no quede inutilizable el terreno y pueda volver a sentir...
Abeja monopólica y sádica de mi polen sentimental,
abeja venenosa que pica y no muere,
manipuladora emocional...
Pobre de aquella abeja que pica y no muere, porque elige seguir como mera existencia.
ResponderBorrarPorque no pudo morir al picar una flor, porque solo fue superficial.
Porque no probo su néctar.
Porque no se dio cuenta que no es lo mismo dejarse morir que dejarse matar.
No supo darse cuenta que esa flor es única y que no necesita del sol porque sabe brillar.
Porque cuando brilla se olvida de los demás y nos ciega con su esplendor.
Y solo quien es capaz de mantener los ojos abiertos cuando se vuelve incandescente es digno de elegir morir en ella.
Y morir sabiendo que la muerte no podría haber sido mas placentera y maravillosa.
Y después de muerto decir sonriendo... Yo elegí morir por amor y mientras mi flor brille seguiré muriendo...
Sin palabras para pronunciar en palabras. Aplausos...
ResponderBorrar