Ya no distingo cuanto de esto es por mí,
Cuanto del azar y cuanto de los demás.
Pero la pena florece luego de mucho tiempo,
En que solo pasaba y me miraba cantar.
No la esperaba y como siempre pasa sin avisar,
Te acosa y persigue y ya sin sueños,
Resistes pero no quieres escapar.
Que duela hasta donde duela,
Que venga acompañada de mucho más,
No podría sostener que es ni siquiera volver a empezar.
No hay ruptura ni continuidad, hay ruinas y ansiedad.
El desengaño será la maceta donde brotaré de nuevo,
El vacío mi credo y religión,
Me despido por hoy de todos,
Aunque a nadie ya le importe
Hasta siempre,
Hasta mañana,
Adiós.
Imagen: http://www.illosland.com/19.html
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