El ser, el siendo y el seré...
01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...
sábado, 21 de noviembre de 2015
No me da lo mismo, porque NO SON LO MISMO.
lunes, 9 de noviembre de 2015
De ángeles promiscuos y fantasmas sangrando. / Umiel – Septiembre de 2015.
De lo
confesable, admito:
De repente no
tengo palabras para pronunciar. En realidad podría hacerlo, pero de nada
serviría. Hace tiempo que mi comunicación se transforma en vacía y es un mero
entretenimiento para el otro. Pronto implementé la distracción, con la
suficiente dosis de discreción, sin embargo no tolero algunas ideas; y debo
olvidarme de mí. Debo ser menos que una canción. Resisto el vértigo sin
remordimiento, sin ansiedad ni culpa. Trato de distraerme con actividad, trato
de olvidarme. Lo logro solo en parte, pero de forma eficiente. No he hecho
nada, nadie lo nota, nadie lo percibe; mi historia es mía, los fantasmas
también.
Fantasmas
de nadie,
Herido.
Ecos
molestos,
Aturdido.
Sueño
pesadillas,
Y
despierto.
Maratón
de ayer,
Adeptos.
Fantasmas
heridos,
Mi
vida.
Acaricié
y besé sin medir mis efectos,
Ímpetu
fálico.
Prometí
incertezas,
Técnico.
De repente no
quiero palabras pronunciar. En realidad debo hacerlo, pero no solucionaría las
cosas. Hace tiempo que mi comunicación se trasforma en objeto de disputa y es
una mera competición para el otro. Pronto implementé el recaudo del silencio;
aún no tolero ciertas ideas, debo olvidarme de mis gestos; debo ser menos que
una expresión, debo refugiarme neutro.
Resisto la presión sin cansancio, ni agazapado, ni miedoso. Trato de
concentrarme en la pose, trato de convertirme en una foto. No he hecho nada,
nadie lo nota, nadie lo percibe; o simplemente no les importa. La voz del relato
es mía; los silencios, los gritos y las poesías, también.
Error,
voluntad de retorno;
Juego
nuevo.
Revolver
sexual,
(Ruleta
rusa) Porno.
Retorno
al error,
Morbo.
Rocco
Siffredi,
Es
siempre otro.
Entre
el pasado y el hoy,
Me
desdoblo.
Imagen,
reflejo y rebote,
Espejo.
Sin
pronunciar una palabra,
Me
alejo.
Una gota de
pluma cae en silencio sobre una laguna de brea y cemento.
Burbujas hediondas hierven lentamente en un caldo de grises y tonos oscuros; en
un letargo de combustión fría, sucia, pantanosa; casi escatológica, cloaca del
mundo. Una gota de pluma cae en silencio hacia una laguna de brea y cemento.
Cae en silencio y en dirección recta como una bala, una lanza o un beso que
escapa de la boca cuando bajamos la mano hacia alguien en la distancia. Lejanía
visible y creciente; el avión despega y el barco parte. Soledad y huellas en el
puerto de Buenos Aires.
Sin embargo
todos parecen percibir absolutamente nada; quizás no les interesa, quizás
simplemente se guardan acotaciones. Llevo el polvo de los años que fui
acumulando en silencio. Amasijo una meta hamacándome en el humo que permite
afrontar recuerdos. De repente no tengo palabras para describir. En realidad
tengo que hacerlo, pero siendo sincero: no puedo. Hace tiempo que mi comunicación se marchita y
es un eco que algunos anhelan, entre otros que conocen la historia. Lo admito
sin demitir, lo acepto sin resignarme. Implementé enmudecerme anonadado ante el
espejo demandante. No he pronunciado palabras, todos lo perciben, pero nadie me
obliga hacerlo. Fui Teseo con espada y gloria, víctima a su vez de la epifanía
del retorno, con temple diáfano; fui sicofante de mí y de todos; también.
De repente llevo
en mi cabello plumas de ángeles promiscuos; y en las manos sangre de fantasmas.
Tus ojos se encontraron con los míos, al advertir tú, que yo te observaba. Solo
debo acotar que tengo más defensas que los seres imaginarios. Y más fantasías
que los seres reales.
Acaricié
y besé sin medir mis efectos,
No
ético.
De
repente llevo en mi cabello plumas de ángeles promiscuos; y en las manos sangre
de fantasmas.
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