El ser, el siendo y el seré...

01:56 AM. Cierra los ojos, Déjate seducir por el sueño, Contempla tu inconsciente, Mientras tus oídos... ...Se apoderan del silencio...

martes, 9 de octubre de 2012

La ropa que envejecerá a partir de hoy. / Umiel - Octubre 2012


Y la situación me obliga a dormir en este colchón,
Mientras se convierte en espinas y me encuentro cayendo desmayado.
Otra vez lágrimas sobre la almohada,
Cada vez más saladas,
Cada vez con más dolor.
Nunca creí que fueran tan dulces,
Nunca, nunca, nunca…
Juro que no…

El filo de las amapolas de Alelí…
Rebotando en las esquinas de la taza que perfuma…
Nadan en el agua hirviendo y se consumen en aroma,
Mis pulmones la esperan, ríen y lloran…

La intensidad de la amargura que deja la dulzura cuando se va.
Esas lágrimas me ahogan en el grito cerrado de una garganta que se ahorcó…
No alcancé a encontrar las palabras, se diluyeron en los dedos de mi lengua,
La sopa de letras se derramó,
Con moscas que nadaban como sirenas de la tentación,
De dejar un poco de fantasía en mi mundo,
Y darle más tiempo a la falsa esperanza,
Para que manipule mi corazón.
La naftalina de ilusión,
Que dejo entre la ropa,
Que envejecerá a partir de hoy.

Lameré las piedras que golpean mis espaldas,
Y le haré un agujero al bote en el que naufrago hoy.

Solo te pido que no vengas con las fotos de tus besos,
En recuerdos de rouge que manchan la memoria del pañuelo,
Que agitas mientras me voy…

Me voy a pescar a la muerte,
Sabiendo que la suerte,
Es solo un mito o ya se extinguió.

Pero dejaré escrito en una pared este poema,
Para que el mundo sepa,
Que existió un hombre que te amó.
Que te amó más de lo que quisiera
Con intensidad, indecencia,
Locura, fuego y pasión.
Y si es cierto que el arte está en todas partes,
Quizás me recuerdes en el viento,
En una melodía,
En una rosa,
O en el eco, del latir de tu corazón...

3 comentarios:

  1. En cada soplido del viento, en cada rayo de sol, en cada gota de lluvia se sentía nuestro amor... tal vez dioses envidiosos conjuraron contra los dos.
    ¿Dime amor si te hago daño, dime si sufre tu corazón? Yo aun confió en el viento, confió en que el naufragio termine en buen puerto y no ser victimas de Poseidón.

    Alguna vez leí que debía enamorarme de la poesía que ella no me iba a lastimar y a ella me aferro por falta de anclas... esperando tapar con rimas y letras la filtración.

    Amor solo tengo entre mis manos una vasija que construimos entre los dos y aunque es el único refugio de mi ilusión, con ella vacio mi bote soñando que si me salvo llego a vos.
    Volveré a leer tu poema y aquel que siempre quisiste escribir para los dos, recordando sueños e ilusiones, esperando despertar en tierra firme y encontrarme frente a vos.

    Pero amor…Si no te encuentro no he de culparte pues la culpa la cargo yo.

    No sufras por mi naufragio, no aflijas tu corazón, quiero de ti una sonrisa que me lleve al poeta hermoso que gano mi corazón.

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  2. No buscas al poeta, buscas la poesía... El poeta te mira, te ama y se inspira en cada mañana compartida, en cada beso ansioso, en cada palabra que huye de mi mesura por el atajo de los sentimientos incontrolables. Solo debes mirar a tu alrededor y darte cuenta que puede cambiar la canción, puede cambiar el lugar, con solo una convicción predispuesta; con la sonrisa siempre predispuesta y la alegría al asecho de las realidades adversas...

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